artículo de Damián Rubio publicado en Infolínea
Cada vez está más cerca la cita electoral
del próximo 24 de mayo, en la que los ciudadanos tendremos que elegir a
nuestros representantes en los ayuntamientos y en la mayoría de las comunidades
autónomas. Las elecciones andaluzas sirvieron de preámbulo para conocer la
tendencia del voto.
El PP sufrió un duro varapalo en
los comicios andaluces, en los que perdió la condición de partido más votado y
más de medio millón de apoyos. Esto supuso un retroceso de más de un 14 % y la pérdida
de 17 escaños en el Parlamento Andaluz. De nada sirvió, por tanto, el mensaje
de Rajoy relacionado con la recuperación económica de nuestro país, ni el “y tú
más” de la corrupción.
El PP achaca su fracaso en
Andalucía a un problema de comunicación, puesto que “la gestión fue
extraordinaria pero no se supo explicar adecuadamente”. Por ello, para el
siguiente asalto electoral han puesto toda su maquinaria en marcha para
explicar, de una forma más didáctica y comprensible, lo bien que lo han hecho
para sacarnos de la crisis.
Tengo la sensación de que
realmente no fallan los oradores populares, sino que su discurso no se lo creen
ni sus acólitos, especialmente aquellos que han sufrido en sus propias carnes
los duros ajustes económicos, sociales y laborales llevados a cabo por el
Gobierno Rajoy.
Cómo nos vamos a creer el mensaje
de la recuperación económica en el que tanto insisten los barones populares, en
sus comparecencias ante los medios de comunicación, si en lo que va de
legislatura la tasa de paro ha pasado del 22,56 % al 23,70 %. Esto supone más
de un punto de incremento, a pesar del retorno de numerosos inmigrantes a sus
países de origen y del éxodo de jóvenes españoles al extranjero en busca de su
primer puesto de trabajo.
Lo anteriormente expresado se
refleja también en la disminución de la población activa, que se ha reducido en
casi medio millón de personas. De igual manera, la población ocupada ha
disminuido en casi 600.000 personas. Si a esto unimos que los contratos a
tiempo completo han disminuido en más de 1.300.000, el discurso de Rajoy
difícilmente puede calar entre los trabajadores.
Los afortunados que conservan su
puesto de trabajo, si son empleados públicos tienen el sueldo congelado desde
hace más de un lustro y han soportado pérdidas económicas para cuadrar las
cuentas de Gobierno y comunidades autónomas; y si son trabajadores del sector
privado, se han visto sometidos, vía reforma laboral, a la mayor pérdida de
derechos laborales de nuestra historia más reciente. Todo esto acompañado de la
presión que ha ejercido la patronal, aprovechando la coyuntura de la crisis
para hacer todo tipo de “reajustes” en su propio beneficio.
A lo anterior hay que añadir la
pérdida en derechos sociales, las privatizaciones en sanidad y educación, la subida
de impuestos, los desahucios, la corrupción, las estafas bancarias, la merma en
las libertades, etc.
Creo que cuando los dirigentes
populares dicen que hemos salido de la crisis, se refieren a aquellos que nunca
la han sufrido y han aprovechado las circunstancias para engrosar sus cuentas,
algunas de ellas en paraísos fiscales. Esa es la España que ha salido de la
crisis.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama