Al igual que en el resto de
municipios, el pasado sábado, 15 de junio, se procedió a la constitución de la
nueva corporación local surgida tras los comicios del mes de mayo. El pleno
estará compuesto por 21 concejales, distribuidos de la siguiente manera: 11
para el PSOE, 5 PP, 2 Ciudadanos, 2 Vox y 1 Izquierda Unida- Verdes.
Una vez que los nuevos concejales
juraron o prometieron su cargo, se procedió a la elección de alcalde o
alcaldesa. En esta ocasión, tal como estaba previsto, la responsabilidad recayó
en la persona de María Dolores Guevara Cava, candidata del PSOE. De esta forma,
se convirtió en la primera alcaldesa electa de nuestro pueblo.
El evento se desarrolló en el Teatro-Cine
Velasco, para permitir una mayor asistencia de público, debido a la escasa
capacidad del salón de plenos y a las obras de rehabilitación que se están
llevando a cabo en la Casa de la Cultura. Esta circunstancia confirió al acto
un marcado carácter teatral, por el ambiente, la iluminación y la puesta en
escena. Además, el acontecimiento se pudo seguir en directo por las redes
sociales.
La sorpresa de la jornada la
protagonizó la “inesperada” renuncia de Franco a recoger su acta de concejal,
corriendo la lista del PP hasta el Sr. Águila que figuraba en el número 6 de su
candidatura. No es la primera vez que algún concejal renuncia a su cargo, pero
en nuestra localidad no recuerdo una circunstancia similar a ésta en la que el
cabeza de lista ni siquiera tomase posesión. Resulta cuanto menos chocante que
fuese el PP quien, en campaña, lanzase la idea de una posible renuncia de la
candidata del PSOE.
No sé si esto entra en la
filosofía de equipo que tanto ha explotado el candidato del PP en su campaña
electoral, ya que por lo que se estila en el ámbito futbolístico, el primer
responsable de unos malos resultados es el entrenador y, en consecuencia, suele
ser el primero en caer. Personalmente, no comparto esta idea, ya que estamos en
una institución municipal y no en un vestuario. El contrato se adquiere con los
ciudadanos, y no recuerdo haber escuchado en ningún momento al líder popular
afirmar que si no era alcalde renunciaría al cargo de concejal en la oposición.
No obstante, es una decisión personal que respeto, como no podría ser de otra
manera.
Volviendo al acto en sí, tengo
que decir que me resulto bastante frío y carente de emotividad; posiblemente
porque la mayoría absoluta del PSOE no daba lugar a incertidumbres. Sobre el
escenario estaban, a un lado, 10 concejales de la oposición, conocedores de que
sus posibilidades de incidir en el gobierno municipal son escasas; y al otro,
11 ediles que, una vez pasado el momento de euforia, empiezan a ser conscientes
de la enorme responsabilidad que van a ostentar.
Hemos regresado a una mayoría
absoluta, que nadie esperaba a priori por el gran número de partidos que
concurrían a las elecciones municipales. Personalmente, tengo la sensación de
que la Ley Electoral, nuevamente, impide la representación correcta de la
voluntad ciudadana, mientras sigue propiciando mayorías en pos de una supuesta
gobernabilidad y obstaculizando una mayor pluralidad.
Los discursos que pronunciaron
los distintos portavoces en el acto reflejaron las intenciones de cada grupo
municipal de cara a los próximos cuatro años. Creo que ninguno de ellos
sorprendió a nadie. Les deseo a todos lo mejor, y que no olviden que están al
servicio de este pueblo.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama