El pasado 1 de julio se publicaba
en el BOE y BORM el expediente de expropiación forzosa del proyecto de
construcción del tercer carril de la autovía A-7 en el tramo
Alcantarilla-Alhama. Se trata de un proyecto que ya se sometió a información
pública en agosto de 2017. Ahora, se abre un nuevo plazo de exposición al
público con la relación de bienes y derechos afectados por las obras del
proyecto definitivo, aprobado el pasado mes de abril.
A principios de 2018, ya dediqué
un artículo a este asunto en el que explicaba de qué manera afectaba la
ampliación de esta infraestructura a nuestra localidad a nivel general. En el
mismo, expresaba que supondría una mejora en cuanto a la fluidez del tráfico se
refiere -que viene siendo muy intenso habitualmente y, especialmente, en épocas
vacacionales- pero no resuelve los dos principales problemas que afectan a
nuestro pueblo: la conexión entre la A7 con la RM-23 (Autovía Alhama-Campo de
Cartagena) y la incorporación a la citada autovía de los vehículos pesados de las
dos nuevas empresas instaladas entre Alhama y Librilla.
Son dos problemas ocasionados por
la falta de previsión y gestión inadecuada de nuestro Ayuntamiento y la
Administración Regional. Las deficiencias de la rotonda en la Carretera de
Cartagena vienen desde su construcción, ya que “inexplicablemente” se diseñó
faltándole el anillo que posibilitase la incorporación a la Autovía en
dirección a Murcia, en la zona próxima a las instalaciones de una gran empresa
hortofrutícola. Esto obliga a los alhameños a bajar hasta el puente del Parque
Industrial para hacer un cambio de sentido y regresar a la “rotonda incompleta”
para dirigirse a Murcia. La alternativa es salir por la Avenida Antonio Fuertes
y rogar que no te pille un turno de salida o entrada de trabajadores de la
factoría Elpozo.
Por otra parte, es igualmente
inexplicable que se instalen dos nuevas empresas de gran tamaño fuera del
Parque Industrial sin tener garantizados unos accesos adecuados a las mismas,
máxime estando una de ellas entre las empresas más importantes de logística a
nivel internacional. Esto hace que los vehículos pesados no tengan conexión
directa con la A-7 cuando se dirigen hacia Andalucía o proceden de la citada Comunidad,
lo que les obliga a transitar por la vía de servicio en dirección a Alhama
hasta la rotonda Viento y Luna o hacer un cambio de sentido en Librilla.
Por lo que he podido ver, la
nueva infraestructura sí contempla una importante modificación en el nudo de
entrada a Librilla, que puede mejorar la maniobra de cambio de sentido, pero
nada más. Considero que el problema anteriormente referido sigue sin resolver y
lo seguirá durante muchos años, dado que la Dirección General de Carreteras
considera escasa la distancia entre la salida de Alhama y el puente cercano a
las citadas empresas para construir un nuevo enlace.
Estas cuestiones son casi tan
inexplicables como que los camiones de Elpozo tengan que entrar a la factoría
cruzando la Avenida Antonio Fuertes hasta la Rotonda de los Abanicos, “porque a
nadie se le ocurrió” hacer un acceso directo desde la A7. Los vecinos de las
calles adyacentes llevan años quejándose de las molestias ocasionadas por el
tráfico y los malos olores sin que se haga nada al respecto.
Me temo que los problemas
mencionados no se van a resolver de momento y que los afectados por las
expropiaciones también “lo tienen crudo” porque, aunque el proyecto del tercer
carril lleva dando vueltas varios años, las mismas se van a tramitar por
procedimiento de urgencia y apenas tienen 20 días para alegaciones.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama