Nuestro Ayuntamiento, debido al especial empeño del Sr. Alcalde, ha vuelto a retomar el asunto de la Jura de Bandera que ya intentó organizar en mayo. En aquella fecha, se canceló el acto esgrimiendo como principal argumento la situación que vivía la empresa Elpozo con la huelga de sus trabajadores. Algunas mentes “retorcidas” llegaron incluso a pensar que se suspendió por la escasez de participantes. Pero el Sr. Romero, inasequible al desaliento, no ha cejado en su obstinación de organizar un acto castrense para despedirse de forma rimbombante de la Alcaldía. La nueva tentativa está prevista para el sábado día 3 de octubre, dentro del programa de fiestas de la Feria de este año.
Creo que se trata de un acto político con el que algunos, utilizando los recursos públicos, pretenden ensalzar su patriotismo mediante un espectáculo que los ciudadanos de Alhama no han demandado. Son muy pocos los alhameños que encuentran sentido a este evento, de marcado carácter castrense, en una localidad como la nuestra. Se trata de un acto selectivo y excluyente, puesto que se exige un protocolo que impone una determinada uniformidad en los participantes y que está vetado a muchos residentes en nuestra localidad.
Un buen número de alhameños nos cuestionamos la oportunidad de organizar esta costosa “jornada naval” en época de crisis, en la que hay que apretarse el cinturón, como reitera nuestra Concejala de Festejos en sus apariciones públicas. Aunque la oposición preguntó en un Pleno sobre el coste para la arcas municipales de esta Jura de Bandera, el Alcalde “salió por peteneras” y aún se espera que aclare a cuánto asciende su “mucho menos de lo que ustedes piensan”, que esgrimió como respuesta para no decir nada. No olvidemos que no se trata de pagar el caché de la compañía de Infantería de Marina, protagonista principal del acto, que supongo que va a cargo del Ministerio de Defensa, sino de todos los gastos que acarrea su organización y protocolo. Para empezar, se convocó y desconvocó en mayo, y se ha vuelto a convocar nuevamente.
El populismo de nuestro primer edil no tiene límites: “lo mismo te plancha un huevo que te fríe una corbata”. Se le puede ver inaugurando bloques de viviendas privadas, en el pódium de eventos deportivos, de improvisado corremayos… y todo lo que le echen. Será difícil que cualquier otro alhameño le iguale en número de placas con su nombre por metro cuadrado. Desconocemos aún dónde se colocará la correspondiente al fastuoso acto de Jura de Bandera, con el que espera poner el broche de oro a su mandato.
Me parece casi insultante que, con las necesidades sociales que tenemos en nuestro municipio, nos permitamos este tipo de lujos que sólo sirven para exhibir el patriotismo mal entendido. Se trata de que unos pocos se apropien del sentimiento patrio como algo exclusivamente suyo, frente a quienes no necesitan participar en ninguna exhibición para demostrar su compromiso y amor por la tierra en la que viven.
Me pregunto dónde nos encasillará nuestro Alcalde a los que no acudamos a su Jura, simplemente por tener un punto de vista diferente sobre la forma de expresar el sentimiento de pertenencia a nuestro país.
Creo que se trata de un acto político con el que algunos, utilizando los recursos públicos, pretenden ensalzar su patriotismo mediante un espectáculo que los ciudadanos de Alhama no han demandado. Son muy pocos los alhameños que encuentran sentido a este evento, de marcado carácter castrense, en una localidad como la nuestra. Se trata de un acto selectivo y excluyente, puesto que se exige un protocolo que impone una determinada uniformidad en los participantes y que está vetado a muchos residentes en nuestra localidad.
Un buen número de alhameños nos cuestionamos la oportunidad de organizar esta costosa “jornada naval” en época de crisis, en la que hay que apretarse el cinturón, como reitera nuestra Concejala de Festejos en sus apariciones públicas. Aunque la oposición preguntó en un Pleno sobre el coste para la arcas municipales de esta Jura de Bandera, el Alcalde “salió por peteneras” y aún se espera que aclare a cuánto asciende su “mucho menos de lo que ustedes piensan”, que esgrimió como respuesta para no decir nada. No olvidemos que no se trata de pagar el caché de la compañía de Infantería de Marina, protagonista principal del acto, que supongo que va a cargo del Ministerio de Defensa, sino de todos los gastos que acarrea su organización y protocolo. Para empezar, se convocó y desconvocó en mayo, y se ha vuelto a convocar nuevamente.
El populismo de nuestro primer edil no tiene límites: “lo mismo te plancha un huevo que te fríe una corbata”. Se le puede ver inaugurando bloques de viviendas privadas, en el pódium de eventos deportivos, de improvisado corremayos… y todo lo que le echen. Será difícil que cualquier otro alhameño le iguale en número de placas con su nombre por metro cuadrado. Desconocemos aún dónde se colocará la correspondiente al fastuoso acto de Jura de Bandera, con el que espera poner el broche de oro a su mandato.
Me parece casi insultante que, con las necesidades sociales que tenemos en nuestro municipio, nos permitamos este tipo de lujos que sólo sirven para exhibir el patriotismo mal entendido. Se trata de que unos pocos se apropien del sentimiento patrio como algo exclusivamente suyo, frente a quienes no necesitan participar en ninguna exhibición para demostrar su compromiso y amor por la tierra en la que viven.
Me pregunto dónde nos encasillará nuestro Alcalde a los que no acudamos a su Jura, simplemente por tener un punto de vista diferente sobre la forma de expresar el sentimiento de pertenencia a nuestro país.
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