Como todos sabemos, nuestro municipio cuenta con cinco pedanías: El Cañarico, La Costera, Las Cañadas, Gebas y El Berro. Siempre he pensado que vivir en estos núcleos rurales supone un plus de calidad de vida, puesto que se está más cerca de la Naturaleza y se suele tener un mejor trato con la misma. Tradicionalmente, sus habitantes, al dedicarse al sector primario, han podido autoabastecerse en gran medida de los recursos básicos para su subsistencia, además de disfrutar de una vida más tranquila y de unas relaciones sociales mucho más estrechas. Sin embargo, no todo son ventajas, puesto que, al estar alejadas de Alhama, también lo están de los principales servicios: educación, seguridad, sanidad, equipamientos, etc.
Actualmente, los servicios educativos de Infantil y Primaria se prestan en las escuelas unitarias de tres pedanías, sin embargo no se dispone de servicio de guardería en ninguna de ellas. Cuando los alumnos inician Secundaria se tienen que desplazar hasta el Instituto más cercano y, aunque cuentan con centros sociales, no todas ellas tienen instalaciones en las que los jóvenes puedan practicar deporte. Por otra parte, la seguridad ciudadana corre a cargo fundamentalmente de la Guardia Civil, siendo meramente testimonial la presencia de agentes de la Policía Local. Otros servicios como electricidad, agua potable, recogida de basura o alumbrado público, en mayor o menor medida, están cubiertos. Desde mi punto de vista, las principales carencias que presentan las pedanías, en relación a los servicios, se centran en la ausencia de transporte público regular y en la deficiente atención sanitaria.
Recientemente, la prensa se hace eco de una noticia en la que el Defensor del Pueblo de la Región de Murcia recomienda a la Consejería de Sanidad la modificación del Mapa Sanitario para que los vecinos del Cañarico puedan acudir al Centro de Salud de Sangonera la Verde, que les queda mucho más cerca que el de Alhama, como lo venían haciendo hasta el año 2009. Precisamente, hace poco más de un año, Izquierda Unida + Los Verdes presentó en nuestro Ayuntamiento una moción en la que, además de solicitar la adscripción de la referida pedanía al Centro de Salud de Sangonera, se pedía la mejora y ampliación de los servicios sanitarios. Lamentablemente, esta iniciativa no llegó ni siquiera a debatirse en el Salón de Plenos, ya que el Sr. Alcalde no la consideró como cuestión prioritaria. Entre tanto, desde la Consejería de Sanidad se diseñó un nuevo Mapa Sanitario Regional, por el cual los habitantes del Cañarico pasaban a pertenecer a la zona de Alhama. Entiendo que los vecinos del Cañarico estén decepcionados con el Gobierno Municipal del PPSOE de Alhama, puesto que, al no atender sus quejas, se han visto obligados a tener que recurrir al Defensor del Pueblo para que éste tome cartas en el asunto.
Creo que las pedanías merecen una mejor atención por parte de los gobiernos municipales de turno. No basta con nombrar un pedáneo a dedo, sustituirlo cuando se produce el cambio en la alcaldía previsto en el Pacto, o poner un autobús el día de las elecciones. Me parece fundamental que se fomente el asociacionismo y la participación ciudadana, y que sean los propios vecinos los que elijan a su alcalde pedáneo, que además debería tener al menos un día a la semana para atender sus demandas. Resulta paradójico comprobar cómo las nuevas “pedanías del ladrillo” –léase Condado de Alhama- ya disponen de Oficina de Turismo y de Atención Ciudadana. Como se dice en lenguaje coloquial: “siempre ha habido ricos y pobres”.
Recientemente, la prensa se hace eco de una noticia en la que el Defensor del Pueblo de la Región de Murcia recomienda a la Consejería de Sanidad la modificación del Mapa Sanitario para que los vecinos del Cañarico puedan acudir al Centro de Salud de Sangonera la Verde, que les queda mucho más cerca que el de Alhama, como lo venían haciendo hasta el año 2009. Precisamente, hace poco más de un año, Izquierda Unida + Los Verdes presentó en nuestro Ayuntamiento una moción en la que, además de solicitar la adscripción de la referida pedanía al Centro de Salud de Sangonera, se pedía la mejora y ampliación de los servicios sanitarios. Lamentablemente, esta iniciativa no llegó ni siquiera a debatirse en el Salón de Plenos, ya que el Sr. Alcalde no la consideró como cuestión prioritaria. Entre tanto, desde la Consejería de Sanidad se diseñó un nuevo Mapa Sanitario Regional, por el cual los habitantes del Cañarico pasaban a pertenecer a la zona de Alhama. Entiendo que los vecinos del Cañarico estén decepcionados con el Gobierno Municipal del PPSOE de Alhama, puesto que, al no atender sus quejas, se han visto obligados a tener que recurrir al Defensor del Pueblo para que éste tome cartas en el asunto.
Creo que las pedanías merecen una mejor atención por parte de los gobiernos municipales de turno. No basta con nombrar un pedáneo a dedo, sustituirlo cuando se produce el cambio en la alcaldía previsto en el Pacto, o poner un autobús el día de las elecciones. Me parece fundamental que se fomente el asociacionismo y la participación ciudadana, y que sean los propios vecinos los que elijan a su alcalde pedáneo, que además debería tener al menos un día a la semana para atender sus demandas. Resulta paradójico comprobar cómo las nuevas “pedanías del ladrillo” –léase Condado de Alhama- ya disponen de Oficina de Turismo y de Atención Ciudadana. Como se dice en lenguaje coloquial: “siempre ha habido ricos y pobres”.