sábado, 21 de agosto de 2010

LOS BAÑOS DE ALHAMA


El nombre actual de Alhama tiene su origen en la época árabe y, según los estudiosos de este periodo de nuestra historia, viene de la palabra Hämma, que significa baño natural de agua caliente. Por tanto, este nombre indica la importancia que los baños termales han tenido en nuestro pueblo históricamente. Pero no fueron los árabes los únicos en beneficiarse de las propiedades de las aguas mineromedicinales que surgían de forma natural del subsuelo en las proximidades del Cerro del Castillo, también está arqueológicamente comprobado que los romanos, hace más de 2.000 años, ya construyeron unas termas en esa misma zona. A lo largo de la historia, el uso y disfrute de las aguas termales y de las instalaciones habilitadas para ello, ha fluctuado entre el esplendor y el más absoluto abandono. La época de auge más reciente de los Baños corresponde a la construcción, en la segunda mitad del siglo XIX, de un moderno hotel balneario sobre las antiguas termas romanas y baños árabes, que gozó de una reconocida fama en nuestro país y fue visitado por personajes ilustres de la talla del Nobel D. Santiago Ramón y Cajal. Este último edificio entró en declive en los años 30 y dejó de utilizarse como balneario, hasta que finalmente fue demolido en el año 1972. La última instalación utilizada para baños termales estuvo ubicada en el huerto de los Mena hasta el año 2004, en el que nuestro Ayuntamiento adquirió dicha finca y procedió a su cierre y posterior derribo. Desde esta última fecha, Alhama carece de baños termales y, con ello, el nombre de nuestro pueblo ha quedado vacío de contenido. En el año 2005, el entonces alcalde, Sr. Romero, encargó a una consultoría técnica la realización de un estudio para el aprovechamiento de las aguas termales. El mismo incluía un análisis de nuestro territorio, así como de sus posibilidades de explotación turística y las recomendaciones sobre las posibles ubicaciones, tanto de un hotel balneario como de un moderno centro termal. Hasta la fecha estos trabajos siguen “criando telarañas” en cualquier cajón, sin que se hayan tenido en cuenta sus indicaciones. Prueba evidente de ello es que en 2008 se contrató la realización de un proyecto, por valor de 60.000 €, para la construcción de un balneario en la urbanización Nueva Espuña, sin que esta zona estuviese recomendada por el estudio anteriormente referido. Lo que resulta curioso, a la vez que paradójico, es que a estas alturas, después de tantos siglos de utilización, nuestras aguas termales carezcan de la declaración de mineromedicinales, ya que para ello precisan someterse a unos análisis que aún no ha superado de forma satisfactoria. Estoy convencido de que la máxima aspiración de cualquier alcalde de Alhama sería construir unas instalaciones termales acordes con lo que requieren los nuevos tiempos, a la vez que coherentes con nuestra historia y orígenes. Me parece imperdonable que seamos el único de los cuatro municipios que tienen este nombre que no dispone de un establecimiento termal. Lo mismo podría decirse en relación con los pueblos de nuestra Región que tradicionalmente disponen de baños termales, tales como Mula, Fortuna o Archena. Más inexplicable me resulta que pertenezcamos, junto con estas tres últimas localidades, a un consorcio regional denominado Villas Termales con los antecedentes anteriormente referidos. Mucho “agua para todos”, colgando aún en el balcón de nuestro Ayuntamiento, mientras nuestros políticos, en el tema de los Baños, “no dan palo al agua” o “pretenden sacar el agua con un cesto”.

No hay comentarios: