Me sorprende que las decisiones más relevantes que ha tomado hasta ahora nuestro Gobierno Municipal se contradigan con las que, sobre los mismos asuntos, tomó el PP en la etapa anterior. Si bien han cambiado de “pareja de baile”, continúan siendo el partido con mayor peso específico en el Gobierno, puesto que tienen la titularidad de la Alcaldía, la mayoría en la Junta de Gobierno y un mayor número de concejales. Sin embargo, la sensación que se palpa en la calle es que las riendas del poder municipal están en manos del Sr. Cánovas.
Cada día es más tangible que el Sr. Alcalde cumple una función más diplomática que ejecutiva. De hecho, está inmerso en una ronda de visitas institucionales a las distintas Consejerías, de las que se da debida cuenta en la web municipal, y en una campaña de autopromoción presidiendo todo tipo de actos festivos, culturales o religiosos. A la hora de tomar decisiones importantes, sin embargo, parece que todo pasa por el “superconcejal” de Hacienda y Urbanismo.
Las incongruencias más llamativas que han saltado a la luz pública son las referidas a la ubicación del nuevo Instituto Valle de Leyva y al uso final de la remodelada Casa de los Mena. Tampoco hay que olvidar las profundas modificaciones introducidas en los Presupuestos Municipales de este año 2011, que se aprobaron ostentando la Concejalía de Hacienda un edil del Partido Popular.
Con respecto a la ubicación del nuevo instituto, hay que recordar que el PPSOE aprobó, con su mayoría absoluta, la construcción del mismo en la zona del Praíco, pese a todas las connotaciones negativas que se barajaron sobre este emplazamiento, principalmente relativas a las dificultades de acceso y la inestabilidad del terreno. El actual Alcalde, siendo Concejal de Obras y Servicios, y formando parte de la Junta de Gobierno, defendió a “capa y espada” esta iniciativa. Se nos mostró un boceto del proyecto y se llegó a decir, a todos los alhameños, que se habían realizado los estudios geotécnicos necesarios, que se tenía el visto bueno de la Consejería de Educación y que, incluso, existía una partida presupuestaria al efecto.
Sorprendentemente, hace unos días el primer edil anunció en los medios de comunicación que el nuevo instituto se construirá en la Urbanización Nueva Espuña, en el mismo solar donde ya se había realizado un proyecto para la construcción de un balneario, y por el que pagamos 63.120 €. Lo curioso es que este despilfarro de dinero público nos lo presente como un logro importantísimo de su gestión personal.
Sobre el asunto de las Menas, también ha habido un giro radical en relación a la utilidad de la casa, cuya remodelación está prácticamente finalizada. En principio, se anunció que su destino sería el de museo etnográfico y, supuestamente, se diseñó un proyecto para este fin. Ahora se nos dice que se va utilizar como centro termal. Sin duda, esto supone la realización de un nuevo proyecto, que en ningún caso puede admitir construcciones anexas porque se trata de un edificio protegido y rodeado de zona verde. Desconocemos lo que nos costará este nuevo capricho.
Estamos esperando que el Sr. Alcalde nos explique en manos de quién está el interruptor que le ilumina para tomar tan brillantes decisiones. Le aconsejo que tenga cuidado con los “cortocircuitos”.
Cada día es más tangible que el Sr. Alcalde cumple una función más diplomática que ejecutiva. De hecho, está inmerso en una ronda de visitas institucionales a las distintas Consejerías, de las que se da debida cuenta en la web municipal, y en una campaña de autopromoción presidiendo todo tipo de actos festivos, culturales o religiosos. A la hora de tomar decisiones importantes, sin embargo, parece que todo pasa por el “superconcejal” de Hacienda y Urbanismo.
Las incongruencias más llamativas que han saltado a la luz pública son las referidas a la ubicación del nuevo Instituto Valle de Leyva y al uso final de la remodelada Casa de los Mena. Tampoco hay que olvidar las profundas modificaciones introducidas en los Presupuestos Municipales de este año 2011, que se aprobaron ostentando la Concejalía de Hacienda un edil del Partido Popular.
Con respecto a la ubicación del nuevo instituto, hay que recordar que el PPSOE aprobó, con su mayoría absoluta, la construcción del mismo en la zona del Praíco, pese a todas las connotaciones negativas que se barajaron sobre este emplazamiento, principalmente relativas a las dificultades de acceso y la inestabilidad del terreno. El actual Alcalde, siendo Concejal de Obras y Servicios, y formando parte de la Junta de Gobierno, defendió a “capa y espada” esta iniciativa. Se nos mostró un boceto del proyecto y se llegó a decir, a todos los alhameños, que se habían realizado los estudios geotécnicos necesarios, que se tenía el visto bueno de la Consejería de Educación y que, incluso, existía una partida presupuestaria al efecto.
Sorprendentemente, hace unos días el primer edil anunció en los medios de comunicación que el nuevo instituto se construirá en la Urbanización Nueva Espuña, en el mismo solar donde ya se había realizado un proyecto para la construcción de un balneario, y por el que pagamos 63.120 €. Lo curioso es que este despilfarro de dinero público nos lo presente como un logro importantísimo de su gestión personal.
Sobre el asunto de las Menas, también ha habido un giro radical en relación a la utilidad de la casa, cuya remodelación está prácticamente finalizada. En principio, se anunció que su destino sería el de museo etnográfico y, supuestamente, se diseñó un proyecto para este fin. Ahora se nos dice que se va utilizar como centro termal. Sin duda, esto supone la realización de un nuevo proyecto, que en ningún caso puede admitir construcciones anexas porque se trata de un edificio protegido y rodeado de zona verde. Desconocemos lo que nos costará este nuevo capricho.
Estamos esperando que el Sr. Alcalde nos explique en manos de quién está el interruptor que le ilumina para tomar tan brillantes decisiones. Le aconsejo que tenga cuidado con los “cortocircuitos”.