viernes, 9 de agosto de 2013

EL PP HACE SU AGOSTO

Artículo de Damián Rubio publicado en Línea Local

El pasado viernes 26 de julio, el Consejo de Ministros aprobó el Proyecto de Ley para la Racionalización y la Sostenibilidad de la Administración Local. Lo que traducido a la lengua castellana significa el desmantelamiento de la autonomía y democracia local, con el objetivo de privatizar sistemáticamente los servicios municipales y despedir a decenas de miles de trabajadores públicos.
Con este el eufemístico “neo-lenguaje” del Gobierno Rajoy se  pretende dar por hecho que los ayuntamientos están despilfarrando el dinero público y atraviesan una situación de la que es preciso rescatarlos. Se trata de una gran falacia porque, a pesar de ser la administración más cercana a los ciudadanos y verse obligada por los recortes a asumir competencias y gastos que no le corresponden, los datos indican que es la menos endeudada si la comparamos con la Autonómica o Estatal.
No se trata de una medida casual, sino que obedece a una estrategia ideológica elaborada por el PP para desprestigiar lo público y, con ello, justificar que venga un “alma caritativa” del sector privado a resolver nuestros problemas. Ejemplos claros de esto los tenemos en la privatización de servicios hospitalarios, residencias de la tercera edad, atención a personas dependientes, servicios educativos, etc. Con la reforma de la Administración Local se le pone la “guinda al pastel” para que se  lo coman los de siempre.
Dentro de la citada estrategia, se contempla el descrédito de las administraciones periféricas con el claro objetivo de centralizar al máximo el poder en el Gobierno Central. En definitiva, se trata de retroceder en lo que se refiere a conquistas democráticas, tales como el Estado de las Autonomías y el reconocimiento de la capacidad de gestión de los ayuntamientos, alejando con ello la política de los ciudadanos.
La excusa del Gobierno para plantear la reforma es perfecta en tiempos de crisis, porque con ella, según el ministro Montoro, nos vamos a ahorrar 8.000 millones de euros. Para ello nos venden que se van evitar duplicidades en los servicios prestados por las distintas administraciones, se incentivará la fusión de aquellos ayuntamientos  con menor población y se controlarán las retribuciones de los cargos políticos municipales.
Si creemos fielmente lo que nos dice el Ministro, puede parecer que nos está haciendo un favor. Pero si leemos la letra pequeña nos daremos cuenta de lo que se esconde detrás de su reforma “promunicipalista”. Y es lo siguiente: limitación de la participación ciudadana, más privatizaciones y eliminación de servicios públicos, pérdida estimada de 200.000 puestos de trabajo en la Administración Local o la supresión de competencias municipales relacionadas con aspectos tan importantes como educación , salud y servicios sociales.
Entiendo que este desmedido afán del PP por privatizar lo público  podría justificar algunas de las generosas donaciones que el Sr. Bárcenas reflejaba en la contabilidad B de su partido. También comprendo el miedo que tienen algunos de que “tire de la manta”. Lo que no acabo de entender es como “nos tragamos sapos y culebras” sin movilizarnos democráticamente por defender lo nuestro.
Tengo claro, además, que esta película sólo favorece a algún sector del PP y a sus “amiguetes”, y no supone reducción de gastos a los ciudadanos sino pagar los servicios doblemente.


Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Alhama

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