viernes, 8 de agosto de 2014

PARTICIPACIÓN Y COMPROMISO


Artículo de Damián Rubio para Línea Local

Nuestra Constitución, en su artículo 9.2, encomienda a los poderes públicos facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social”. En esta misma línea, el artículo 23.1 garantiza a los ciudadanos el derecho “a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal”.
Los gobernantes municipales, a sabiendas de la importancia de los artículos referidos, no tardan en crear la Concejalía de Participación Ciudadana una vez que han sido elegidos para el desempeño de su función. Sin embargo, la experiencia nos demuestra que en la mayoría de las ocasiones al concejal responsable de este área, más que favorecer la participación, lo que se le encomienda “desde arriba” es controlarla. De hecho, en el mejor de los casos, se crean distintos órganos de participación y un calendario de reuniones, que no sirven prácticamente para nada. Eso sí, garantizan una buena foto para gloria de los mandatarios de turno.
Hay dos formas de entender la participación ciudadana; una, busca reafirmar la posición del que manda y reduce la aportación de los ciudadanos al voto cada cuatro años, para no volver a contar con ellos hasta las siguientes elecciones; la otra, valora la implicación de los ciudadanos y crea los cauces necesarios para que esa participación sea efectiva durante toda la legislatura, haciéndoles más conscientes de sus problemas y partícipes de las posibles soluciones.
En Alhama, el Gobierno Municipal se ha inventado una tercera vía de participación: crear los consejos sectoriales que se le ocurren e ignorar otros. La mayoría de los consejos constituidos figuran sólo sobre el papel, y los que aparentemente funcionan son poco operativos. También ha aprobado en solitario un Estatuto de Participación Ciudadana, que nació con dos estigmas. Por un lado, pretende controlar la intervención de los alhameños en el apartado de ruegos y preguntas de los plenos; y por otro, impone a la Oposición restricciones para presentar iniciativas al Pleno, obligando, en ambos casos, a registrarlas antes del día 15 de cada mes.
 Los ciudadanos empezamos a estar hartos de soportar a partidos que únicamente cuentan con nosotros en periodo electoral, abriendo sus “chiringuitos” al inicio de la campaña  para bajar la persiana una vez finalizada la misma. A algunos les ha servido para conseguir su cargo,  pagando después a sus electores con el famoso refrán “si te he visto, no me acuerdo”. Si el “quiosco” no surte el efecto deseado a las primeras de cambio, se abre en las próximas con otras siglas más atractivas “para vendernos la moto”.
Me siento orgulloso de pertenecer a un Grupo cuya sede esta abierta prácticamente desde los primeros años de la Transición, dando cabida en ella a todos los alhameños que han querido participar en la política local con sus iniciativas y propuestas, o solicitando ayuda en la solución de sus problemas.
Desde esta columna animo a los alhameños a que se impliquen y se comprometan en la política municipal: antes, durante y después de cada periodo electoral.


Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama

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