domingo, 19 de julio de 2015

LA MENTIRA DEL AGUA

Artículo de Damián Rubio publicad en Infolínea

El pasado día 1 de julio se retiró del balcón del Ayuntamiento la pancarta del “Agua para Todos”, que ha mantenido el PP desde el año 2004. Posiblemente seamos “los últimos de Filipinas”, puesto que la mayor parte de organismos oficiales y ayuntamientos controlados por el PP comenzaron a retirarla cuando inició su andadura el actual Gobierno Rajoy, y los populares obtuvieron mayoría en los parlamentos de Castilla-La Mancha y Aragón.
La colocación de estas pancartas tiene su origen en la derogación del Trasvase del Ebro por parte del Gobierno de Zapatero en 2004, con la que se ponía fin a la pretensión del anterior Gobierno de José María Aznar de ejecutar una obra faraónica que elevase hasta nuestra Región parte del agua de la desembocadura del Ebro, que convertiría el Levante español en una nueva Florida, plagada de urbanizaciones y campos de golf.
Para que tuviese calado social la campaña del “Agua para Todos”, las cabezas pensantes del PP se esforzaron en implicar a los agricultores como si la reivindicación fuese propia, haciéndoles creer que el agua era para regadío. Esta gran mentira les procuró una gran rentabilidad política en las comunidades valenciana y murciana, permitiéndoles obtener mayorías absolutas hasta las pasadas elecciones.
La estrategia de desgaste político del adversario les salió redonda, hasta el punto de conseguir el gobierno de la nación y el de buena parte de las comunidades afectadas por el Trasvase. Con ello lograron su objetivo: recuperar el poder. Una vez conseguido, se acabó la guerra del agua entre comunidades y se desmovilizó a los agricultores y asociaciones de regantes, que tan buenos servicios habían prestado a la causa.
Una vez instalado en la Moncloa, el ejecutivo Rajoy “no ha movido ni un tirante” por retomar el Trasvase del Ebro. Muy al contrario, lo que han hecho es “poner un tablacho”, con el reciente memorándum, al Trasvase Tajo-Segura, elevando de 250 a 400 hm3 las reservas en los pantanos de cabecera para poder realizar trasvases de agua.
A estas alturas de la película, pocas dudas quedan de que el PP, con su famosa campaña del “Agua para Todos”, únicamente perseguía réditos políticos. Por una parte, favorecer doblemente a las grandes promotoras urbanísticas, con las macro-urbanizaciones y con los suculentos contratos para realizar la enorme infraestructura necesaria para el Trasvase del Ebro; y por otra, incrementar la “caja B” y perpetuarse en el poder.
Creo que los principales damnificados con la campaña del “Agua para Todos” han sido los agricultores, a los que se les ha engañado y utilizado sin ningún escrúpulo, aprovechando sus necesidades y su buena voluntad para favorecer unos intereses partidistas muy concretos.
Durante todos estos años, el PP se ha encargado de poner todas las trabas posibles a las desalinizadoras en nuestra Región para que la carencia de agua siguiese existiendo y, con ello, mantener viva la reivindicación del macro Trasvase del Ebro. En el camino, se ha claudicado en la defensa de una obra ya ejecutada y amortizada como es el Trasvase Tajo-Segura, imprescindible para el desarrollo agrícola de nuestra Región.

Damián Rubio es Coordiador Local de IU-Alhama

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