El Pasado jueves, 11 de febrero,
tuvo lugar en el salón de plenos de nuestro Ayuntamiento la asamblea de la
Junta de Participación Ciudadana. A la misma asistieron representantes de las
distintas asociaciones locales, partidos políticos y todos los miembros del
Gobierno.
Entre los asuntos del orden del
día, se incluían la presentación del Proyecto "Alhama Suma", la propuesta de dos
nuevos reglamentos sobre prestaciones sociales, las últimas gestiones sobre la
ubicación del nuevo IES Valle de Leiva, la modificación del Reglamento Orgánico
del Ayuntamiento y la exposición de las líneas básicas para los presupuestos
municipales de 2016.
La Asamblea se inició a las 20,30
horas del jueves, siguiendo escrupulosamente el orden del día establecido, pero
se prolongó excesivamente debido a las extensísimas intervenciones de los
concejales gobernantes, que dieron lugar a que finalizase a la una de la
madrugada del viernes.
Todo empezó de forma fluida con la
presentación gráfica del “Alhama Suma” –proyecto de urbanismo sostenible que
aspira a obtener financiación europea-
por parte de una de las responsables de su redacción. Sin embargo, la
cosa empezó a complicarse cuando comenzaron a intervenir los concejales de
gobierno para explicar, por un lado, los distintos reglamentos; y, por otro,
sus proyectos en relación a los nuevos presupuestos. Las intervenciones se
hicieron tediosas e inacabables, dando lugar a que más que una asamblea
participativa, la reunión se convirtiera en un monólogo del Gobierno Municipal.
Considero que es necesario, y
conveniente, que nuestro Ayuntamiento favorezca la participación ciudadana, y
una buena herramienta son los consejos sectoriales y la Junta de Participación.
Pero, hay que mantener el interés de los asistentes procurando que las sesiones
sean mucho más fluidas, participativas y con un tiempo de desarrollo razonable.
Una reunión de cinco horas “a palo seco” no hay cuerpo humano que lo aguante.
Los expertos en comunicación saben que esto es una aberración pedagógica,
porque antes de la hora de exposición los asistentes “desconectan”.
Si de verdad se quiere que haya
participación ciudadana, hay que concretar la información en función de a quién
se dirige. La información más específica debe ir a los consejos sectoriales y
la más genérica a la Asamblea. Además, hay que trasladar la información con
suficiente antelación a las asociaciones y colectivos participantes.
En el pleno de noviembre de 2015 se
aprobó, por unanimidad de todos los grupos municipales, una moción de IU-Verdes
para incentivar la participación ciudadana, previo diagnóstico de la situación
por parte de una comisión creada a tal efecto. Aún estamos esperando que dicha
comisión comience a trabajar.
Lamentablemente, creo que como las
asambleas sigan en la línea de la referida en este artículo, y los asistentes
empiecen a percibir que se les utiliza únicamente como espectadores, muy pronto
el Gobierno se quedará solo y la participación ciudadana estará de nuevo “en la
UVI”.
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