Artículo de Isabel Campos publicado en Infolinea el 12de octubre
Que alguien consiga, en los tiempos que vivimos, que la
gente lea poesía, es casi ciencia ficción; que llene los recintos cada vez que
da un recital, es un milagro; sin embargo, todo eso lo consigue la persona
nombrada Pregonera de las fiestas en nuestro pueblo.
Magdalena Sánchez Blesa es alhameña de adopción desde que,
siendo una niña, su familia eligió Alhama de Murcia para vivir. Y, aunque todo
no fue “llegar y besar el santo”, con el paso de los años, ha sido Alhama quien
la ha adoptado, dando poco a poco a esta mujer el sitio que se merece.
En la lejanía (pero muy presentes) quedan los años del
“Café de la Feria” lugar que se convirtió en “reducto irreductible” de la
intelectualidad de la época. Si nos acercamos un poco más en el tiempo podemos
ser testigos de la hazaña que realizaron Magdalena y David con la película “Las
aventuras de Moriana” durante su rodaje todo el pueblo se convirtió en un plató
cinematográfico y muchos de sus habitantes en coparticipes de este; con dicha
película llevaron el nombre de Alhama, de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad
y allende los mares.
Pero nuestra pregonera es, por encima de todo, escritora,
a esta faena se ha dedicado desde chica, compaginándola en ocasiones con la de
ser actriz o cocinera y siempre con la de ser madre. Con su libro
“Instrucciones a mis hijos” ha conseguido llegar al corazón de millones de
personas.
Cuando escucho a Magdalena decir que ella es poeta de aceras y de patios
me viene a la memoria aquello que decía Facundo Cabral sobre la diferencia
entre cantante y cantor «Cantante es el que puede y cantor el que debe»; para
ser poeta, de esa clase que es ella, no vale con saber rimar, usar un lenguaje
rimbombante o recurrir a bonitas metáforas; es preciso comprometerse, bajarse
al barro y untarse si es preciso, utilizando las palabras como ese vehículo
precioso que la acerca a la inmensa mayoría.
También me recuerda a la estirpe de artistas sudamericanas de la que
formaron parte Violeta Parra o Mercedes Sosa; comparte con ellas la magia de
saber comunicarse y hacerse entender por todo el mundo y el ser mujeres que han
sabido amar con su arte, a los más desfavorecidos, consiguiendo sin
proponérselo ser escuchadas en hogares y lugares de la más diferente
procedencia.
Del pregón que tuvo en vilo durante quince minutos a todos los
asistentes voy a resaltar estas palabras: “Siempre he
pensado que cuando uno cierra la puerta de su casa, el mundo no puede quedarse
afuera. Somos 7.000 millones de personas en un planeta con problemas. No
tenemos quizá el poder de frenar una guerra, pero sí el de tratar bien a
nuestros vecinos más cercanos. Las guerras mundiales comienzan en una calle muy
pequeña”.
Dicen que el pregonero era, antiguamente, en España y sus colonias, el
oficial que en alta voz daba difusión a los pregones, para hacer público y
notorio todo lo que se quería hacer saber a la población. Quien mejor que
Magdalena para llevar acabo tamaña empresa.
Ahora comienza para ella una nueva aventura en un país lejano, hermano
del nuestro por el idioma y por la historia. Desde aquí le deseamos la mayor
ventura por tierras americanas, estamos seguros de que Méjico la recibirá con
los brazos abiertos.
Isabel Campos es concejal de IU-Verdes en el Ayuntamiento de Alhama de Murcia
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