Artículo de Isabel Campos publicado en Infolínea del 10 de mayo
El mes de mayo comenzó tras unas elecciones y finalizará
inmediatamente después de otras. Esto hace que sea un mes de mayo diferente,
las festividades propias del mismo están viéndose entremezcladas con matices
políticos. Han sido varios los partidos que han aprovechado la festividad de
los mayos para iniciar su precampaña representando con los típicos peleles,
escenas políticas de nuestro pueblo.
También hemos podido ver a algunos líderes, tanto locales
como regionales, vistiendo el típico traje de Corremayos y es que, aunque
oficialmente aún no haya comenzado, estamos en campaña.
Mayo se ha iniciado con la presentación de la mayoría de las
listas electorales municipales en diferentes actos, ya conocemos las caras de
quienes podrán formar parte de la nueva corporación. Si os dais cuenta, los
actos de presentación dicen mucho de los diferentes partidos, y de las señas de
identidad de cada uno. Echadles un ojo, aunque sólo sea por curiosidad.
Como digo, acabaremos el mes con la celebración de unas
nuevas elecciones, en este caso serán europeas, regionales y municipales. Volveremos
a vivir una jornada de visitas a las mesas electorales. Yo he formado parte de
muchas de ellas a lo largo de los años. Estar en una mesa electoral da
para mucho pensar y analizar.
Una de las cosas que más llaman
siempre mi atención es como votan las familias. Están las que ejercen la
“disciplina de voto” y acuden, unidas, a las urnas, sobres en mano que se
adivinan todos del mismo color, esta modalidad suele darse más en las familias
tradicionales que aparecen por el colegio a media mañana.
Luego están las que van en pareja
o en pareja con los críos pequeños, aquí los hijos mayores van por su cuenta, esto
es más frecuente en las familias progresistas, donde los padres han educado a
los hijos en la libertad para elegir si votar o no, y a quien.
Mi opinión está más del lado del
segundo grupo, con la salvedad de que considero que votar debe ser incluido en
la educación familiar como un deber, además de como un derecho ciudadano que
costó mucho conseguir, sobre todo a las mujeres.
Creo que, en las próximas
elecciones, después de comprobar los resultados obtenidos en estas últimas
tanto en nuestro pueblo como en nuestra región, los padres de izquierdas
deberían pedir a sus hijos que vayan a votar, pero también que su voto sea para
los partidos de ese espacio político, los más jóvenes no saben bien lo que se
juegan, pero los adultos sí.
Quienes han nacido en una sociedad
con ciertas libertades no son capaces de imaginar lo que es vivir sin ninguna.
Quienes si lo sabemos no queremos que ninguno de nuestros seres queridos se vea
en esa situación.
Isabel Campos es Portavoz del Grupo Municipal de IU-Verdes Alhama
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