Desde hace varios años se han
venido intensificando los problemas derivados de disponer de una red de
abastecimiento de agua antigua, y que en más de un 70% está compuesta por
conducciones de fibrocemento. Este material ha venido provocando numerosas
fugas de agua que, además del despilfarro del líquido elemento, han traído
consigo daños y desperfectos en un importante número de viviendas, algunas de
las cuales han resultado tan afectadas que se ha hecho obligada su demolición.
A este punto hemos llegado como
consecuencia de la falta de previsión e inversión en la renovación de la red de
distribución de aguas y saneamiento, tanto por parte de la empresa
concesionaria del servicio como por los sucesivos gobiernos municipales. Como
consecuencia de ello, se ha hecho inaplazable intervenir en aquellas calles y
barrios que presentaban mayores problemas, como el Barrio del Carmen, Avenida
de España, Avenida de Cartagena, Calle Parricas o Acequia de Espuña. De hecho,
el estudio realizado sobre la gestión del Servicio Municipal de Aguas contempla
la necesidad de un plan de inversiones valorado en más de 25 millones de euros.
La necesidad de abordar estas
obras de renovación de la red de agua es incuestionable, pero parece evidente
que hay muchas cosas a mejorar, dada la experiencia en las actuaciones
acometidas hasta el momento. Las quejas de los vecinos van más allá de las
inevitables molestias y se centran en la excesiva tardanza en la ejecución, así
como en su falta de planificación y seguimiento.
En la actualidad se están
ejecutando obras, desde marzo, en la Avenida Cartagena y Acequia Espuña. Las
mismas están prolongando los graves problemas a vecinos, comercios y usuarios
de garajes de las zonas afectadas, ya que su ejecución, que estaba contratada
para tres meses, se ha prorrogado dos meses más para finalizarlas a principios
de agosto, cuando deberían haberlo estado a inicios de junio. La constructora
justifica los retrasos y la aplicación en los plazos de ejecución debido al
retraso en contar con un informe de la Policía Local, y la incorporación a la
obra de nuevos tendidos eléctricos y canalización de gas.
Según me comentan vecinos de la
zona afectada, las obras han estado paralizadas en numerosas ocasiones, y
tampoco se han adoptado medidas suficientes para minimizar las molestias y
facilitar los accesos de peatones y vehículos. Mucho me temo que, pese a la
experiencia adquirida en obras anteriores, no hemos aprendido y terminan
pagando las consecuencias de la mala gestión los alhameños, como siempre. El
colmo lo van a vivir los vecinos del Barrio del Carmen que, después de haber
padecido durante varios meses los despropósitos en la ejecución de las obras
referidas, ahora tendrán que soportar el reasfaltado de la mayoría de las
calles que en su momento no se ejecutó correctamente.
Creo que no podemos seguir
tropezando tantas veces en la misma piedra, ya que tenemos un concejal con
dedicación exclusiva para estos menesteres. Espero que tome buena nota, adopte
las medidas oportunas, actúe con mayor previsión y se intensifiquen la medidas
de vigilancia en la ejecución. Una cosa son las “inevitables molestias” y otra
la falta de rigor en el control de las obras.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
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