lunes, 12 de agosto de 2019

INVESTIDURAS FALLIDAS


Artículo de Damián Rubio publicado en Infolinea del 2 de agosto

Las elecciones generales del pasado 28 de abril no otorgaron mayoría absoluta a ningún partido político, por lo que se hacía necesario un periodo de consultas y negociaciones entre el PSOE, partido que consiguió el mayor número de escaños, y el resto de grupos con representación parlamentaria. Todo parecía indicar que era factible un gobierno de coalición entre partidos de izquierdas, que además requería el apoyo de otras formaciones contrarias a las políticas del PP. En definitiva, se precisaba el consenso entre las fuerzas que promovieron la moción de censura que produjo el fin del mandato de Rajoy.

Los trabajadores teníamos confianza en que los partidos que dicen representarnos se pusiesen programáticamente de acuerdo, para posteriormente confeccionar un gobierno que llevase a cabo políticas a favor de la mayoría social de este país. No ha sido así, y tendremos que esperar a septiembre para comprobar si son capaces finalmente de satisfacer las esperanzas de la ciudadanía progresista.

Creo que este acuerdo no ha sido posible por la fuerte presión ejercida por los poderes económicos, que no están dispuestos a ceder ni uno solo de sus privilegios. La posibilidad de que formen parte del gobierno representantes políticos a la izquierda del PSOE, les inquieta y provoca “salpullido”. Esta es una de las barreras que aún queda por romper en nuestra joven democracia: que la izquierda real forme parte del Consejo de Ministros.

Durante estas últimas semanas hemos asistido a la puesta en escena de todo tipo de informaciones tendenciosas, intoxicaciones mediáticas, lucha de egos y situaciones esperpénticas, tales como las peticiones de abstención a la derecha del Sr. Sanchez, al mismo tiempo que tensaba la cuerda para conformar un gobierno a su “manera” con los representantes de Unidas Podemos. Tengo la sensación que no se trataba de una cuestión de estado, sino de forzar una salida airosa que le permitiese culpabilizar al otro, ya fuese a derechas o a izquierdas, por no permitirle gobernar en solitario.

En la Región de Murcia no ha habido tanto problema, apenas un postureo inicial entre PP y Ciudadanos para justificar la posterior “bajada de pantalones” ante Vox. Tengo la sensación de que el único murciano que no lo tenía claro era el Sr. Conesa, que hasta el último momento estuvo lanzado “ofertas” a Ciudadanos. Finalmente, se produjo lo que todos sabíamos desde la misma noche del 26 de mayo, cuando se hicieron públicos los resultados electorales.

Ciudadanos, que supuestamente venía a regenerar la política en nuestra Región, y no era “ni rojo ni azul”, ha quedado finalmente retratado; es la misma derecha de siempre, teñida de naranja. Por otra parte, han demostrado su falta de criterio propio, siguiendo “a pie juntillas” las directrices marcadas por el Sr. Rivera desde Madrid. En la derecha murciana todos han quedado contentos: Vox introduce su programa y se hace notar, Ciudadanos “toca poder” y Lopez Miras, en su peor momento, consigue aglutinar a la derecha y seguir como presidente regional.

Creo que estamos ante dos investiduras fallidas, y en Murcia sabemos lo que nos espera: cuatro años más de recortes en sanidad, educación y servicios sociales. Además de privatizaciones, precariedad laboral, desigualdad social y aumento de los privilegios de los de siempre.

 Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama

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