Recientemente nuestra localidad ha sido noticia en la prensa regional, debido a la denuncia presentada, contra el Ayuntamiento, por una empresa que ha visto truncado su proyecto de instalación de un huerto solar en Alhama. Los argumentos que esgrimen los promotores de esta iniciativa de aprovechamiento de la energía solar se basan en el cambio de criterio urbanístico de nuestro consistorio, que en principio dio el visto bueno a los trámites para la ejecución del citado proyecto, y posteriormente denegó los permisos oportunos. La modificación, que se realizó sobre el Plan General de Ordenación Municipal en trámite, se concreta en el cambio de usos del suelo en el que estaba previsto instalar la planta fotovoltaica.
Esta no es la única denuncia que se ha presentado contra nuestro Ayuntamiento en relación con el aprovechamiento de la energía solar, ni será la última que tendremos que afrontar, aunque no han trascendido todavía a los medios de comunicación.
En el pleno ordinario de septiembre el gobierno del PPSOE acordó, con su mayoría absoluta, denegar a una empresa de instalaciones fotovoltaicas la solicitud de bonificación en el ICIO por interés público o social. Ya entonces los grupos de la oposición advirtieron que este cambio de criterio en las bonificaciones del ICIO –reclamando, incluso, la devolución de las mismas a las que lo tenían reconocido desde hace varios años-, nos acarrearía un aluvión de demandas.
La sociedad cada vez está más concienciada sobre la necesidad de sustituir las energías extraídas de los combustibles fósiles por las renovables. El protocolo de Kyoto exige a los países desarrollados la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera, para proteger un planeta cada vez más afectado por el cambio climático. Las administraciones, conscientes de que la defensa del medio ambiente reporta una gran cantidad de votos, no dudan en prometer, de cara a la galería, el fomento del uso de las energías alternativas. Sin embargo son muy pocos los ayuntamientos que adoptan medidas reales y eficaces. Nuestro consistorio, sin ir más lejos, aprobó por unanimidad la iniciativa presentada por Izquierda Unida en 2006 para la elaboración de un plan energético municipal, y la creación de una ordenanza sobre el aprovechamiento de la energía solar. La propuesta sigue durmiendo el sueño de los justos en algún cajón de cualquiera de nuestros ediles con responsabilidad de gobierno.
Resulta paradójico que nuestros gobernantes fomentasen mediante subvenciones la implantación de energías renovables cuando su uso era testimonial, y ahora, que han empezado a proliferar, se supriman o reduzcan las ayudas y bonificaciones a las empresas que deciden apostar por proyectos de captación de energías alternativas.
Tengo que empezar a pensar que nuestro gobierno municipal del PPSOE sigue las directrices de Aznar –ecologista sensato-, que recientemente se atrevió a afirmar que los “otros ecologistas” son “abanderados del Apocalipsis climático”.
Esta no es la única denuncia que se ha presentado contra nuestro Ayuntamiento en relación con el aprovechamiento de la energía solar, ni será la última que tendremos que afrontar, aunque no han trascendido todavía a los medios de comunicación.
En el pleno ordinario de septiembre el gobierno del PPSOE acordó, con su mayoría absoluta, denegar a una empresa de instalaciones fotovoltaicas la solicitud de bonificación en el ICIO por interés público o social. Ya entonces los grupos de la oposición advirtieron que este cambio de criterio en las bonificaciones del ICIO –reclamando, incluso, la devolución de las mismas a las que lo tenían reconocido desde hace varios años-, nos acarrearía un aluvión de demandas.
La sociedad cada vez está más concienciada sobre la necesidad de sustituir las energías extraídas de los combustibles fósiles por las renovables. El protocolo de Kyoto exige a los países desarrollados la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera, para proteger un planeta cada vez más afectado por el cambio climático. Las administraciones, conscientes de que la defensa del medio ambiente reporta una gran cantidad de votos, no dudan en prometer, de cara a la galería, el fomento del uso de las energías alternativas. Sin embargo son muy pocos los ayuntamientos que adoptan medidas reales y eficaces. Nuestro consistorio, sin ir más lejos, aprobó por unanimidad la iniciativa presentada por Izquierda Unida en 2006 para la elaboración de un plan energético municipal, y la creación de una ordenanza sobre el aprovechamiento de la energía solar. La propuesta sigue durmiendo el sueño de los justos en algún cajón de cualquiera de nuestros ediles con responsabilidad de gobierno.
Resulta paradójico que nuestros gobernantes fomentasen mediante subvenciones la implantación de energías renovables cuando su uso era testimonial, y ahora, que han empezado a proliferar, se supriman o reduzcan las ayudas y bonificaciones a las empresas que deciden apostar por proyectos de captación de energías alternativas.
Tengo que empezar a pensar que nuestro gobierno municipal del PPSOE sigue las directrices de Aznar –ecologista sensato-, que recientemente se atrevió a afirmar que los “otros ecologistas” son “abanderados del Apocalipsis climático”.
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