jueves, 13 de mayo de 2010

ESPADAS, ON LINE

De todos es sabido que los alcaldes suelen aprovechar su cargo para darse autobombo durante su mandato. Esto no es exclusivo de nuestra localidad, tenemos ejemplos palpables en toda la geografía nacional. Pero como lo que más nos interesa es nuestro pueblo, únicamente voy a hablar de nuestros dos alcaldes. El Sr. Romero nos tenía muy habituados a su forzada simpatía y a su constante presencia en los medios, hasta resultar empalagoso. No tenía ningún reparo en aprovechar cualquier circunstancia para “aparecer en la foto”, o colocar placas con su nombre al menor descuido. Su afán de protagonismo le ha llevado, en los últimos tiempos, a utilizar los programas de fiestas como álbumes personales, superando año tras año su propio record de apariciones en los mismos. Esta era su forma de promocionarse políticamente de cara a los siguientes comicios. Su socio, el Sr. Espadas, parecía estar al margen de este “circo” cediendo todo el protagonismo al alcalde titular, que incluso le “ninguneó” su toma de posesión colocándole el pleno de investidura entre semana, y no un sábado como, sin duda, hubiese deseado el alcalde entrante. Pensamos, además, que tanto empeño del Sr. Romero en arrebatar la Concejalía de Cultura a su compañero Basauri, obedecía a su interés por seguir teniendo la máxima presencia en la vida política local. Pero… ¡no contaba con la astucia del Sr. Espadas!
Los alhameños llegamos a creer que, cuando se produjese el relevo, nuestro primer edil tendría un estilo diferente. Sin embargo, cuando apenas han transcurrido cien días desde que cogió la vara de mando, ya ha mostrado una enorme habilidad estratégica para promocionarse de una forma mucho más contundente que su antecesor. El primer tanto se lo apuntó al asumir la Concejalía de Hacienda en sustitución del popular Sr. López, acaparando de esta manera el protagonismo en la elaboración y aprobación de los Presupuestos de 2010, y dejando en evidencia la incapacidad del Partido Popular para asumir la responsabilidad que les correspondía, en virtud del “famoso” pacto. Pero la cosa no queda ahí, puesto que el Sr. Espadas ha decidido entrar definitivamente en campaña. Como era de esperar, no tiene ningún reparo en utilizar su cargo para obtener beneficios electorales, aunque para ello tenga que acompañar al santo de turno o utilizar la página web municipal para colocar su imagen en un cartel, a través del cual se accede “on line” a todo un catálogo de referencias personales que incluye : biografía, discurso de investidura, entrevistas que le han realizado los medios de comunicación, galería de imágenes en las que aparece como protagonista en actos institucionales, etc. Todo ello camuflado tras la rimbombante noticia en la que se le anuncia como un alcalde que acorta distancias con la ciudadanía, ofreciéndose para que los alhameños le realicemos preguntas o sugerencias. Además de estar disponible durante una hora al mes para chatear con nosotros. No ha esperado a la Feria para colocarnos su álbum de fotos porque, además de quedar lejos, no le parecía suficiente, ya que el papel carece de la posibilidad que ofrece la web para colgar material audiovisual.
En la carrera mediática hacia la Alcaldía, el Sr. Romero partía con la ventaja de haber estado siete años echándose fotos y colocando placas. Espadas tiene que correr mucho para superarlo en poco más de un año. De momento, me parece que más que correr, como buen marinero, navega a toda máquina utilizando, además de los medios tradicionales, las nuevas tecnologías para lanzar a su socio, y a la vez rival político, un torpedo en plena línea de flotación. Por su parte, Romero, parece desorientado, sin rumbo y haciendo aguas, mientras se pierde en disputas con sus ex-concejales o en las luchas internas con su grupo municipal y su partido.

No hay comentarios: