viernes, 26 de julio de 2013

LA CANTERA DE CARRASCOY


artículo de Damián Rubio publicado en Línea Local

La pasada semana apareció en los medios de comunicación regionales una noticia referente a las denuncias presentadas, tanto por la asociación ecologista ANSE como por un ciudadano  particular, en relación con posibles irregularidades cometidas por la cantera Fulsan en Carrascoy,  dentro de nuestro término municipal.

Los denunciantes señalan que la citada empresa ha abierto un nuevo frente de explotación dentro de la zona de conservación compatible del Parque Regional de Carrascoy. Esto puede suponer, después de las recientes sentencias que restablecen los límites del Parque a los señalados en los años 85 y 92, un delito medioambiental. Por ello, solicitan la paralización inmediata de las labores de extracción de áridos que realiza la citada cantera.
Los inicios de extracción de áridos (material granulado que se utiliza como materia prima en la construcción) en esta zona de Carrascoy se remonta a los años 70, realizándose a pequeña escala y con mínimo impacto ambiental. Sin embargo, a partir del año 92, con la construcción del tramo de Autovía Murcia-Puerto Lumbreras, se incrementó notablemente el ritmo de la explotación, dando lugar a una amplia erosión de la ladera suroeste de la Sierra y provocando un impacto visual cada vez mayor,  claramente apreciable a varios kilómetros de distancia.
Durante estos años han sido numerosas las denuncias presentadas por ecologistas y particulares, así como las interpelaciones presentadas por Izquierda Unida en la Asamblea Regional al respecto. Ninguna de ellas ha sido tenida en cuenta hasta la fecha. La más sorprendente de las denuncias fue la presentada por el dueño de las tierras en las que se iniciaron los trabajos, cuando se percató de que los arrendatarios de sus terrenos habían sobrepasado los límites pactados. Curiosamente,  fue resuelta por la Administración Regional expropiándole terrenos a petición de la empresa que explota la cantera.
Creo que no debe haber ningún alhameño que no se haya echado las manos a la cabeza viendo el desastre que están haciendo en Carrascoy, y que no se haya preguntado cómo se puede permitir una actuación de este calado durante más de 40 años, sin que aún se haya hecho nada por frenar el avance desmedido de la explotación ni por regenerar el terreno devastado.
Lamentablemente, tengo que reconocer que ni las asociaciones ciudadanas ni las instituciones locales hemos puesto todo lo que hay que poner para  evitar que esta agresión a Carrascoy continúe de forma incontrolada. Seguramente, desde el Ayuntamiento “se han echado balones fuera” con la excusa de que los terrenos son de propiedad privada y que las competencias al respecto son de la Administración Regional, que en este asunto siempre ha estado de parte de la empresa explotadora. Los ciudadanos, por nuestra parte, salvo honrosas excepciones, no hemos sabido organizarnos para “hincarle el diente” a este tema.
Aparentemente, según las informaciones aparecidas, las últimas denuncias a las que he hecho referencia al inicio este artículo han fructificado, dando lugar a la paralización de la cantera de Fulsan en Alhama. Espero que esto suponga el respeto a los límites del Parque Regional y la regeneración de la zona afectada, tanto por la erosión del terreno como por la acumulación de inertes.
Creo que es necesario que, de una vez por todas, se tramite definitivamente el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de Carrascoy, así como para el resto de los espacios protegidos de nuestra Región.

Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Alhama


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