Artículo de Damián Rubio publicado en Infolínea
En el artículo de la semana
pasada hice referencia al deterioro de la enseñanza pública en favor de la privada, que se viene dando en
nuestro país desde que nos gobierna el Partido Popular. La estrategia es muy
clara: desprestigiar los servicios públicos para que los ciudadanos crean que
serán mejor atendidos en la empresa privada.
La sanidad pública está
recibiendo el mismo tratamiento que la enseñanza. Los recortes presupuestarios
que vienen aplicando los gobiernos Central y Autonómicos, están provocando
graves problemas a los usuarios del Sistema Nacional de Salud. En cifras, estos
ajustes suponen una reducción de casi 7.000 millones de euros en los
presupuestos sanitarios iniciales de las Comunidades Autónomas del año 2014
sobre los de 2010.
Los principales perjudicados por
los recortes efectuados en la sanidad pública somos, como siempre, los
ciudadanos de a pie, que vemos muy mermada nuestra atención en los centros
sanitarios cuando acudimos a ellos.
En los centros de atención
primaria, los médicos no pueden asistir adecuadamente al elevadísimo número de
pacientes que tienen asignados. Esto hace que los usuarios tengan que acudir a
los servicios de urgencias hospitalarios para ser debidamente atendidos. Como
consecuencia de ellos también se colapsan los citados servicios.
Los servicios de urgencia de los
hospitales, no sólo están saturados de pacientes sino que, algunos de ellos, no
disponen de medios suficientes para atenderlos. Falta material tan
imprescindible como: camas, mantas, toallas, etc. A esto hay añadir las duras
experiencias que tienen que vivir los
pacientes, al colocar sus camas en un
pasillo donde comparten espacio con enfermos
muy graves, incluso agonizantes.
Otra consecuencia grave de los
recortes sanitarios es el aumento de la las listas de espera para
intervenciones quirúrgicas y para las pruebas diagnósticas más especializadas.
Hay pacientes que tienen que esperar
aproximadamente tres meses para que les hagan una prueba diagnóstica, y hasta seis meses para ser intervenidos quirúrgicamente.
El aumento de las solicitudes de TACs y Resonancias Magnéticas hace que muchos
de los pacientes tengan que ser derivados a centros privados concertados, con
el consiguiente gasto de dinero público.
Nos quieren hacer creer que la
saturación de los centros hospitalarios de este último mes ha sido debida al
brote de gripe producido por las bajas temperaturas. Pero no es así, se produce
el citado colapso como consecuencia de la falta de medios humanos y materiales
en la atención primaria.
Creo que lo que pretende el
Gobierno del Partido Popular es crear el terreno adecuado para justificar las
llamadas externalizaciones de los servicios sanitarios, que no es otra
cosa que privatizar el mayor número posible de los mismos.
El sector privado de salud es un
negocio muy próspero. En su último ejercicio conocido, la sanidad privada
ingresó 6.295 millones, de los cuales el 37% es dinero procedente del erario
público.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
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