Artículo de Damián Rubio publicado en Infolínea
El pasado jueves 22 de enero, en
un pleno extraordinario, el Gobierno Municipal fraguado con el pacto entre PP y
CCD aprobaba los presupuestos municipales para este año 2015. Con ellos se
cierra este periodo, puesto que las elecciones municipales, como todos sabemos,
tendrán lugar el penúltimo domingo de
mayo. Son, por tanto, unos presupuestos que el actual Gobierno gestionará hasta
esa fecha y, con posterioridad, el que surja de las urnas.
Las cifras que maneja el Concejal
de Hacienda prevén unos ingresos de de 21,7 millones de euros para hacer frente
a unos gastos de 20,8 millones, por lo que se plantean formalmente con un
superávit de 800.000 euros. Esta última cifra, con las correcciones aplicadas
desde la Intervención Municipal, ajustando las perspectivas de recaudación, apenas
se queda en unos 11.000 euros.
Son unos presupuestos
condicionados al cumplimiento de una normativa y legislación que, desde que
Rajoy llegó a la Moncloa, ha sufrido numerosas reformas para imponer desde
Madrid las políticas de recortes del Partido Popular al resto de
Administraciones, en un intento de regreso al pasado centralista que tanto
ansían los populares. Estas
modificaciones se han ido imponiendo sin el más mínimo consenso en el Congreso,
y sin que hayamos oído ni una sola queja de nuestro Gobierno Municipal, sumiso
al Gobierno Regional y Estatal.
Resulta vergonzoso comprobar en
que han quedado las promesas de los dirigentes populares que nos visitaron
durante la pasada campaña electoral, asegurando que habría mayores inversiones
para nuestra localidad o vendiendo las bondades de la conexión
Alhama-Murcia-Madrid si gobernaban en todas las instituciones.
Después de cuatro años, podemos sentir el apretado corsé
que nos han impuesto con sus reformas, el recorte en los ingresos procedentes
de otras administraciones, y las trabas para asumir, desde el Ayuntamiento, la
gestión de servicios públicos que se venían prestando en nuestra localidad. No
sólo han cerrado el grifo de la financiación de los mismos, sino que además
ahora hay que pedirles permiso para poder prestarlos, aunque no sean de nuestra
competencia.
Nuevamente asistimos a un
ejercicio de malabarismo del Gobierno PP-CCD, que intenta vender como un
presupuesto participativo lo que apenas es un simulacro en el que no se ha
contado con el tejido asociativo alhameño, salvo para imponer normas de
participación. Tengo la sensación de que únicamente han conseguido desalentar
la participación real de los integrantes de los distintos consejos consultivos,
limitándose a cumplir los trámites del reglamento.
Me parecen esperpénticas las
apreciaciones del Alcalde, diciéndonos que ya no estamos sometidos a los
rigores de ningún Plan Económico Financiero, cuando el responsable del mismo fue el Partido Popular que lleva más de 15
años gobernando Alhama.
También hay que tener mucho “cuajo” para
hablar de herencia recibida en nuestra localidad, después de participar, dentro
del pacto PP-PSOE, en el desvío de más
de 11 millones de euros de inversión a gasto corriente. Además de no reconocer
que se ha incrementado la presión fiscal, que los servicios son más caros o que
percibimos menores aportaciones de la Comunidad Autónoma.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
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