El pasado 7 de noviembre se
desarrolló en Madrid una manifestación contra la violencia machista que
aglutinó a miles de personas, llegadas desde los distintos puntos de España. En
ella participaron más de 400 organizaciones feministas, a las que se unieron
representantes de partidos políticos, sindicatos, ONG´s y ciudadanos a título
individual.
Me parece muy loable que tantas
personas dediquen una jornada completa de su tiempo libre para denunciar la
violencia contra las mujeres, sin importarles el “palizón” de autobús ni los
gastos ocasionados. Sin embargo, algunos representantes políticos justificaron
su ausencia argumentando el supuesto uso partidista de la marcha. Tengo la
sensación de que, más bien, son conscientes de que en este tema no han hecho lo
suficiente.
Los motivos para manifestarse
están más que justificados porque cada año en nuestro país se producen
numerosas víctimas de esta violencia, y todavía no hemos dado con la fórmula
para erradicarla definitivamente de nuestra sociedad. En lo que va de año se
contabilizan oficialmente 48 mujeres asesinadas.
Hasta ahora las leyes no han
demostrado ser eficaces para acabar con este problema, tampoco son suficientes
las medidas utilizadas para la acogida y protección de las víctimas. Por otra parte,
los medios materiales y humanos empleados, en los últimos años, se han reducido
con el manido argumento de la crisis económica.
Las principales causas que
generan violencia son las injusticias y las desigualdades. La mujer en esta
sociedad sigue formando parte de los sectores más desfavorecidos, puesto que
sufre mayores tasas de desempleo y contratos precarios, así como menores
salarios que sus congéneres masculinos. A esto hay que añadir que siguen
manteniendo el rol de cuidadoras de ascendientes y descendientes.
Por otra parte, el sentimiento
machista, más que desaparecer, parece ir aumentando con las nuevas
generaciones. El sentimiento de posesión está muy arraigado y, cuando se
producen las rupturas sentimentales, aparece con toda su crudeza en demasiadas
ocasiones.
Nuestra sociedad aún tiene
pendiente una educación para la igualdad que abarque desde los primeros años
hasta la universidad, en la que se impliquen todos los sectores: familia,
escuela, medios de comunicación, agentes sociales e instituciones. La tarea es
imprescindible y urgente.
El próximo 25 de noviembre se
conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la
Mujer, con el que se quiere sensibilizar a la sociedad de todo el planeta. La
ONU señala con cifras escalofriantes la violación de derechos humanos sufridos
por mujeres y niñas, haciendo referencia a mutilaciones genitales, violaciones,
matrimonios infantiles, etc.
Creo que cualquier iniciativa es
buena para conseguir concienciarnos en la necesidad de construir, entre todos,
una sociedad en la que no haya ni una sola víctima más de ningún tipo de
violencia.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
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