jueves, 21 de diciembre de 2017

CONSTITUCIONALISTAS


Artículo de Damián Rubio publicado en InfoLínea
El pasado día 6 de diciembre, como todos los años, se celebró el Día de la Constitución. Con esta festividad se conmemora la fecha en la que se ratificó la actual Carta Magna en el año 1978. El ejecutivo Rajoy se encargó de programar una serie de actividades institucionales, en las que ha habido notables ausencias debido a “cómo está el patio”.

Después de 39 años, no sé que se celebra más, si la Constitución o el ya habitual macro-puente previo a las festividades navideñas. No obstante, considero que hay motivos suficientes para que sea una fiesta popular más que institucional, puesto que el texto constitucional recoge valores tan importantes como la tolerancia, la libertad, la igualdad, el pluralismo, la justicia social, la participación ciudadana, etc. Todos ellos pisoteados durante los casi 40 años de dictadura franquista.

 A nivel local, según las ganas que haya tenido el regidor municipal de turno de apropiarse los valores constitucionales, se le ha dado mayor o menor importancia a la conmemoración de este Día. Que yo sepa, este año no se ha incluido ningún acto institucional ni cultural relacionado con el Día de la Constitución. No sé si es que “el horno no está para bollos” este año, si es que no toca o estamos en otros menesteres política y mediáticamente más rentables.

Últimamente, a nivel nacional, y como consecuencia del asunto catalán, algunos partidos se han erigido en propietarios y defensores de la Constitución (de su Constitución), hasta el extremo de autodenominarse “partidos constitucionalistas”. Consideran que los que no piensan como ellos están al margen de los valores constitucionales y, por tanto, se les considera marginales. Los “constitucionalistas” tienen claro que únicamente ellos pueden modificar, interpretar y ejecutar los preceptos constitucionales según les convenga.

Nuestra Constitución hace ya muchos años que consiguió la mayoría de edad, y está a punto de entrar a la plena madurez. Necesita un poco de “chapa y pintura” para afrontar la cuarentena en buenas condiciones. Hacen falta reformas en asuntos muy importantes, tales como: la configuración territorial, la elección de la Jefatura del Estado, el papel del Senado, etc.

La Constitución tiene 169 artículos, de los cuales algunos contemplan derechos y deberes fundamentales, tales como trabajo, vivienda, educación, sanidad, y en general todos los recogidos en su Título I.  Pero, si nos detenemos a leer con atención algunos de ellos, nos damos cuenta de que “el derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada”, por ejemplo, recogido en el artículo 47, pasa a ser una mera anécdota frente al poder de la banca, que no duda en “poner de patitas en la calle” a familias enteras, sin importar sus circunstancias sociales o personales.

Lo mismo podríamos decir si reprodujésemos los referidos al trabajo, educación o sanidad. Por tanto, además de reformar, hace falta cumplir la Constitución en toda su extensión y profundidad. Los “constitucionalistas” tienen que serlo para todo, no sólo para aplicar su interpretación del “archifamoso” 155.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama

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