sábado, 13 de enero de 2018

VIVE Y CONSUME HOY


Artículo de Damián Rubio publicado en InfoLínea
La Navidad, en los últimos tiempos, se ha convertido en la fiesta del consumo por excelencia. Es muy difícil para cualquier ciudadano escapar de la vorágine de compras en la que nos vemos inmersos. El marketing publicitario cada vez adelanta más sus reclamos para que no olvidemos “nuestras obligaciones” con el “sacrosanto” dios del consumo.
Todo empieza en la última semana de noviembre con el Black Friday (Viernes Negro), tradición de origen estadounidense  con la que se inauguran las compras navideñas en grandes almacenes y tiendas, utilizando como gancho la oferta de “suculentas” rebajas. Esto propicia que los consumidores, pensando en que ahorraremos algún euro, nos pongamos en “modo navideño compulsivo” un mes antes de las fechas festivas. Las que hacen verdaderamente su agosto son las tiendas “online”, principales promotoras de este evento en nuestro país.
Como los españoles tenemos la bonita costumbre de infravalorar lo propio y ensalzar lo que vine de fuera (sólo necesitamos que tenga un nombre llamativo y raro), hemos adoptado como propia esta costumbre americana para seguir estando a la última.
Otra actividad que se ha convertido en costumbre, en vísperas de la fechas navideñas, son las famosas cenas de empresa, que empezaron siendo un evento corporativo del jefe obsequiando a sus empleados para agradecerles su contribución a los buenos resultados de la empresa, hasta convertirse en una reunión de compañeros de trabajo que salen a divertirse en las fechas previas a la Navidad, como aperitivo de las tradicionales comidas familiares.
Tanto una actividad como otra generan una gran aglomeración de peatones y tráfico rodado en las zonas comerciales de los principales núcleos urbanos, dando lugar en muchos casos a un autentico caos.
El anticipo de las compras navideñas no es nada nuevo para nosotros, puesto que nuestra tradicional lotería del 22 de diciembre ha ido adelantando fechas en su aparición, hasta el extremo que ya es habitual encontrarla en  cuando vamos de veraneo.
La fiebre consumista de final de año se inicia en noviembre, se mantiene hasta Reyes y continúa con las rebajas de enero. Aunque todos los indicadores señalan pérdidas de poder adquisitivo en salarios y pensiones, los publicitas se estrujan el cerebro para que mantengamos nuestro interés por el consumo aunque los bolsillos estén vacíos. Confían en que haremos lo necesario para mantener nuestro nivel de consumo.
Creo que nos hemos creído el mensaje: “vive y consume hoy, como si no hubiese un mañana”. El paraíso pasa por consumir y no ser menos que el vecino; la austeridad vendrá después de enero y se mantendrá “hasta que llegue la primavera al Corte …”, entremedias tendremos el Día de los Enamorados, el Día del Padre, el Día de… lo que sea.
Resulta complicado mantener la mente fría y escapar a esta vorágine con la que nos “bombardean” las luces, escaparates,  arbolitos, anuncios, pantallas de plasma, etc. “Es difícil seguir la senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido”. ¡Felices Fiestas!
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama

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