domingo, 28 de enero de 2018

LA CORRUPCIÓN QUE NO CESA

Artículo de Damián Rubio publicado en InfoLínea

El pasado  lunes, 15 de enero,  Pilar Barreiro, exalcaldesa de Cartagena y actual senadora del PP,  se presentó ante el Tribunal Supremo para declarar sobre sus posibles contactos, cuando era primera edil del citado Consistorio, con la trama Púnica , que presuntamente realizó para ella trabajos de lavado de imagen en las redes sociales. Para sufragar los gastos de estos trabajos, según las declaraciones de la senadora, no se utilizó dinero público sino que los mismos corrieron  a cargo del Partido Popular.

El lavado de imagen se hacía necesario e imprescindible debido a que Barreiro había pasado por alto la ley medioambiental para recalificar los terrenos donde se construiría la urbanización Novo Carthago. Parece ser que, para mejorar su reputación, se puso en contacto con Alejandro de Pedro, uno de los cabecillas de la Púnica, cuya empresa creo un diario digital que ensalzaría las actuaciones y logros de la alcaldesa durante su gestión municipal. Los gastos correrían a cargo del erario público.

En la mejora de imagen de la exalcaldesa cartagenera colaboró su compañero Pedro Antonio Sánchez, en ese momento Consejero de Educación, y posteriormente investigado por el caso Auditorio.

La senadora Barreiro está imputada por los presuntos delitos de fraude, falsificación de documentos, prevaricación, malversación y cohecho. Por supuesto, ella lo niega todo- principalmente que se pagaran 4.840 euros con dinero del Ayuntamiento de Cartagena  a las empresas de Alejandro de Pedro- . La senadora no está dispuesta a dimitir, condición que Ciudadanos exige para apoyar los Presupuestos de 2018. El PP, por su parte, está a la expectativa de lo que resuelva el Tribunal Supremo: archivar el caso, como ya sucedió con el referente a Novo Carthago, o seguir adelante con el mismo.

Creo -y está más que suficientemente demostrado- que el Partido Popular está instalado en la corrupción en gran parte de los lugares en los que gobierna. Además, ha creado una estructura mafiosa en torno a muchos de los gobiernos que dirige.

La corrupción forma parte del ADN del PP, y éste es un hecho incuestionable que no suele generarle ni el más mínimo coste político. Parece ser que los votantes populares entienden que la corrupción es inherente a la gestión pública, y por eso no castigan a sus gobernantes en las elecciones, ya sean locales, autonómicas o generales.

Puedo entender que los votantes del Partido Popular no pasen factura electoral a sus dirigentes, pero lo que no entiendo es cómo el resto de los ciudadanos -cada cual según su ideología- no se deciden a votar masivamente por el resto de las opciones políticas para desbancar, de una vez por todas, a este partido corrupto de las instituciones en las que aún gobierna, en algunos casos con mayoría absoluta.

Espero y deseo que en las próximas elecciones autonómicas los ciudadanos de la Región de Murcia envíen, con su voto, al PP a la oposición, lugar en el que han demostrado con creces que tampoco saben estar.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama

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