Artículo de Isabel Campos López publicado en Infolínea
Acabamos de pasar una semana en
la que, como cada año por estas fechas, el protagonismo lo han tenido las
mujeres víctimas de violencia de género. Hemos asistido a los diversos actos
que a nivel institucional se han realizado en nuestro municipio, la novedad ha
sido que el manifiesto este año ha sido escrito y leído por la poetisa
Magdalena Sánchez Blesa, una mujer comprometida con las causas sociales más
cercanas a los ciudadanos, en este caso las mujeres maltratadas.
Cuando hablamos de violencia
contra las mujeres imaginamos golpes, insultos, heridas, denuncias, hijos,
muertes, hogares destruidos…sin embargo hay una violencia que no se ve pero que
lo envuelve todo, es la violencia que se ejerce desde el poder, amparada por el
poder mismo. Claro ejemplo de esto es el proyecto de Ley de Protección Integral de la Familia de la Región de Murcia,
cuyo contenido, más concretamente su articulo 74, ha hecho que los partidos de
izquierda con representación parlamentaria, PSOE y Podemos, se hayan negado a
firmar el Pacto Regional contra la
Violencia de Género y se ausentaran de la sala durante la firma del mismo,
el pasado 25 de noviembre, quedándose para hacerlo solamente el PP y Ciudadanos.
En dicho artículo se afirma que
“el aborto es un fracaso del proceso natural de la maternidad”, y se quedan tan
anchos después de esta agresión a la lucha por el derecho a decidir de las
mujeres sobre su propio cuerpo. Calificar como fracaso lo que es un derecho
incuestionable deja bien a las claras el tufo ideológico que rezuma la ley en
cuestión, que, además, según palabras del presidente del Foro de la Familia de
la Región de Murcia, ha sido negociada en secreto durante ocho meses.
Las leyes que invaden lo privado
de las personas son propias de gobiernos poco o nada democráticos, en el caso
de que hablamos podríamos añadir el adjetivo de machistas. Se pueden hartar de
leernos retahílas infumables de las acciones contra la violencia de género que
se están llevando a cabo (supuestamente) en nuestra región, como ocurrió en el
pasado Pleno del Ayuntamiento, todas ellas se convierten en una tomadura de
pelo cuando, por otro lado, vemos decisiones como la reflejada en ese artículo
74.
No se puede defender a la mujer
atacando sus derechos fundamentales y el derecho al aborto es uno de ellos. El
derecho de la mujer a decidir sobre su vida y sobre su cuerpo debería de ser la
piedra angular desde la que surgiesen las demás leyes encaminadas a combatir la
violencia de género.
Vemos como nuestro gobierno
regional se ha empeñado en hacernos retroceder política y socialmente a muchos
años atrás, esgrimiendo argumentos retrógrados para su pretendida “protección”
a la mujer que no es sino una forma más de violencia. Desde el poder nos bombardean con leyes
paternalistas y soluciones paliativas, sin atender y escuchar atentamente que
es lo que realmente las mujeres quieren.
Termino dando la enhorabuena a Izquierda
Unida-Verdes por la buena noticia recogida en los medios en días pasados, según
parece esta formación volvería tener representación en el Parlamento regional
con tres escaños, si las elecciones se celebrasen hoy. La reforma electoral que
se aprobó en julio de 2015 (dos meses después de las elecciones) que rebajó el
5% de los votos necesarios al 3% y redujo el número de circunscripciones
facilitaría que esto sea posible.
Isabel Campos es portavoz del Grupo Municipal de IU-Verdes Alhama
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