sábado, 20 de abril de 2019

UN LARGO SILENCIO



 
Artículo de Isabel Campos publicado en Infolinea del 12 de abril

El pasado 4 de abril tuvimos la oportunidad de ver en la televisión pública un documental premiado nacional e internacionalmente que cuenta una parte importante de nuestra historia. “El silencio de otros” está producido por Agustín y Pedro Almodóvar que contribuyen para mostrar su faceta más comprometida con la historia y la memoria.

Me pareció interesante (y de justicia) que un documento de esta importancia se pusiese al alcance de millones de personas, se retransmitió vía internet y también se ha podido ver en RTVE a la carta durante una semana. Su proyección en algunas salas comerciales ha sido una novedad.

La película, grabada a lo largo de seis años, da voz a supervivientes de los crímenes de la dictadura que usando el Principio de Jurisdicción Universal han llevado su causa hasta Argentina para buscar Justicia y Reparación antes de que se acabe su tiempo. En ella se cuenta la búsqueda de personas desaparecidas durante la posguerra y los intentos por que los responsables que aún viven se responsabilicen y hagan frente a los actos que cometieron. Niños robados a sus madres, muertos en fosas comunes y cunetas, represaliados…

Porque como se dice en ese dialogo de la escena final de “Las bicicletas son para el verano”: “Hijo: …y mamá que estaba tan contenta porque había llegado la Paz. Padre: es que no ha llegado la paz, ha llegado la victoria”.

La ausencia de paz se vivió de forma durísima en la mayoría de población, muchas veces sometida por el miedo. Los famosos cuarenta años de paz sólo fueron propaganda.

Durante la llamada Transición, hace 42 años, tuvo lugar la ley de Amnistía de 1977, una ley que buscaba perdonar y pasar página sobre “los actos de intencionalidad política, cualquiera que fuese su resultado, tipificados como delitos y faltas realizados con anterioridad al día 15 de diciembre de 1976”. Amnistía Internacional recuerda que, según el Derecho Internacional, no pueden incluirse en este perdón actos que puedan ser considerados crímenes de derecho internacional, como son la desaparición forzada o la tortura.  

Este año se cumplen ochenta años desde aquella victoria de unos españoles sobre otros y la herida sigue abierta porque nadie se ha atrevido aún a entablar un proceso serio y conciliador que pase por que se haga justicia contra todos los crímenes de lesa humanidad que se cometieron al amparo una paz ficticia. “Ningún poder ha hecho nada por reparar a las víctimas de crímenes de derecho internacional cometidos durante la guerra civil y el franquismo” (Amnistía Internacional).

En esta etapa electoral en la que estamos sumergidos, llena de consignas y eslóganes, uno de los candidatos ha dicho que el pondría una asignatura obligatoria sobre la Constitución Española. Quizás habría que empezar porque la asignatura de Historia de España se impartiese sin lagunas, nuestros hijos tienen el derecho a conocer lo que una vez sucedió en su país, cuando unos cuantos militares creyeron estar por encima del bien y de mal y provocaron un desastre que costó más de un millón de vidas, que nos privó de intelectuales y científicos, un desastre cuyas consecuencias aún vivimos.

Ochenta años después podemos ver como partidos negacionistas de todo esto ocupan un lugar en nuestro panorama político y “amenazan” con hacernos volver a ese lugar del que nunca acabamos de salir.
Isabel Campos es Portavoz del Grupo Municipal de IU-Verdes Alhama

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