La semana pasada gran parte del
sureste español sufrió las consecuencias de la temible gota fría, a la que
ahora llaman DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Este episodio
atmosférico se repite con frecuencia en esta parte de nuestra geografía, como
consecuencia de la confluencia de masas de aire polar procedente de la Europa
occidental con el aire cálido y húmedo procedente del Mediterráneo, dando lugar
a lluvias torrenciales.
Episodios como éste suelen
producirse en otoño, pero este año se han adelantado unas semanas. Aunque
nuestra Región tiene una larga experiencia sobre las consecuencias del citado
fenómeno, nunca se está lo suficientemente preparado para recibir en pocas
horas tanta cantidad de lluvia. Era la primera vez que toda la Región de Murcia
estaba en alerta roja por precipitaciones, y las previsiones se han cumplido.
Las zonas más afectadas, como
siempre, han sido las más próximas a los cauces de ríos y ramblas. El río Segura
se desbordó en algunas zonas, principalmente en la Vega Baja afectando a
municipios de Alicante, como Orihuela y Almoradí, además de provocar el
desalojo de numerosos vecinos en distintas localidades próximas al cauce del
río. El Mar Menor ha recibido un aporte extraordinario de agua y lodo
proveniente principalmente de la Rambla del Albujón y, además, se han vuelto a
inundar buena parte de las viviendas de los Alcázares, como ya sucedió en el
año 2016.
Es el momento de solidarizarse
con aquellas personas que han sufrido la pérdida de sus bienes y que en estos
momentos necesitan recibir ayudas de la Administración. También es el momento
de valorar las actuaciones del 112, Protección Civil, Bomberos, Cruz Roja, UME,
Fuerzas de Seguridad del Estado, etc., cuyo trabajo ha contribuido a aliviar la
situación de los afectados. Ni que decir tiene que sobran los oportunismos
políticos de aquellos que únicamente buscan la foto.
A pesar de lo imprevisible de
este fenómeno meteorológico, podemos decir que en nuestra localidad no se han
registrado daños importantes. Sin duda, porque a pesar de estar activadas todas
las alarmas no ha habido precipitaciones tan abundantes como en otras zonas de
la Región. No obstante, aunque en Alhama se han hecho importantes actuaciones
para evacuar y recoger las aguas pluviales, aún nos queda mucho por hacer en
este tipo de infraestructuras que resultan poco vistosas, porque están
soterradas, pero son imprescindibles en una zona como la nuestra donde las
lluvias son escasas y, sin embargo, torrenciales a menudo.
Las pérdidas no sólo se han
producido en viviendas y enseres, sino también en infraestructuras, cultivos,
negocios e instalaciones ganaderas, cuyos daños habrá que evaluar. El Mar Menor
merece un capítulo aparte, los aportes de lodo y agua dulce ponen seriamente en
peligro su ecosistema, más aún de lo que ya estaba.
Repito que es el momento de la
solidaridad, no podemos estar demandando apoyo de otras regiones y comunidades,
si nosotros no somos los primeros en tender la mano a nuestros paisanos de las
zonas más damnificadas.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes
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