sábado, 2 de noviembre de 2019

PENSIONES DIGNAS


Artículo de Damián Rubio publicado en Infolinea del 25 de octubre
El pasado miércoles, 16 de octubre, se concentraron en Madrid frente al Congreso de los Diputados miles de pensionistas procedentes de toda España, que acudieron a recibir y apoyar a los compañeros que a finales de septiembre habían iniciado dos marchas partiendo desde Rota y Bilbao respectivamente.

Tanto las marchas como la concentración, organizadas por la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, forman parte del movimiento reivindicativo que vienen realizando los jubilados y pensionistas en los últimos años reclamando unas prestaciones dignas, para las que exigen la aplicación de las siguientes medidas: el blindaje de las pensiones, su revalorización conforme al IPC anual, la equiparación al Salario Mínimo Interprofesional (situado actualmente en los 900 €, hasta que alcancen los 1.084 € que recomienda la Carta Social Europea), la eliminación del copago sanitario, el incremento de residencias públicas para mayores y la derogación de las dos últimas reformas laborales y de pensiones.

Pese a que las columnas que partieron de Rota y Bilbao han tardado más de veinte días en realizar el trayecto hasta Madrid, la cobertura mediática ha sido prácticamente inexistente, al igual que a la concentración del pasado día 16. La convocatoria de elecciones y los problemas en Cataluña han solapado este asunto así como que otros muchos.

El problema de los pensionistas no es algo nuevo. Las políticas económicas del PP incluían como principales propuestas el aumento de la edad de jubilación, la no actualización de las prestaciones económicas con el IPC y los recortes en dependencia. Desde hace muchos años se nos viene metiendo miedo con la insostenibilidad del sistema público de pensiones, a la vez que se nos aconseja la subscripción de planes privados como principal garantía.

Lo cierto es que los sucesivos gobiernos han ido vaciando el Fondo de Reserva de las Pensiones para atender otros asuntos, a la vez que han ido ampliando el periodo de cotización y la edad de jubilación. Si a esto le sumamos la precariedad laboral de los jóvenes en la actualidad, podemos aventurar que en el futuro serán muy pocos los que alcancen una pensión digna.

En los últimos tiempos hemos llegado a normalizar una nueva realidad social que es la constituida por los trabajadores y pensionistas pobres, que no llegan a fin de mes por muchos equilibrios que hagan. Algunos mayores mantienen una economía de subsistencia, hasta el punto de que, a veces, tienen que elegir entre garantizarse el sustento mínimo o comprar los medicamentos que necesitan.

La solución pasa por un reparto mucho más equitativo de la riqueza, que incluya la creación de puestos de trabajo estables, con salarios dignos que garanticen la viabilidad y la justicia del sistema público de pensiones. Además, no parece lógico que el citado sistema se tenga que nutrir exclusivamente de las cotizaciones a la Seguridad Social, sino también de los Presupuestos Generales del Estado en los que contribuimos todos.

Es necesario blindar las pensiones como un derecho fundamental garantizado por nuestra Constitución para que no dependa más de los caprichos del gobierno de turno, ni de los vaivenes económicos o los intereses electoralistas.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes

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