Artículo de Damián Rubio publicado en Infolinea del 15 de noviembre
Aunque ya estemos un poco hartos
de este asunto, el artículo de hoy no tiene más remedio que referirse a los
resultados electorales del pasado domingo, 10 de noviembre. La nueva
convocatoria electoral de Pedro Sánchez, más que resolver el su auto-bloqueo de
abril, viene a repetir un panorama parecido para formar gobierno, aunque con
resultados diferentes.
Hay que destacar el anunciado
hundimiento de Ciudadanos, que finalmente ha sido más profundo de lo esperado,
y ha supuesto un balón de oxígeno para el PP –que andaba medio grogui por los
golpes de su corrupción-, además de darle alas a la ultraderecha, que consigue
más presencia en las instituciones públicas. El PSOE, que ha forzado esta
situación y se las prometía muy felices aventurando una debacle de Unidas
Podemos, ha perdido fuelle y la izquierda, pese a seguir dividida, ha resistido
el envite como “gato panza arriba”. Por otra parte, los partidos con marcado
carácter territorial siguen manteniendo una presencia similar a la de los
anteriores comicios.
El Sr. Sánchez, se encuentra de
nuevo ante una tozuda realidad, que le vuelve a recordar que el bipartidismo ha
pasado a mejor vida, y que no puede gobernar en solitario, ya que para formar
gobierno necesita por acción u omisión el acuerdo con otros partidos. La
cuestión esta cómo cuantifica el peso de las siglas de su formación política;
si la balanza se inclina hacia la “O” de obrero, tendremos un pacto
progresista; si da más peso a la “E” de español, entrará en una disputa
patriótica por ver quien despliega la bandera más grande. Si no le vale ni una
cosa ni otra, puede volver a amenazarnos con unas nuevas elecciones.
En Murcia seguimos dando la nota:
un día montamos una macro-manifestación para frenar el desastre ecológico del
Mar Menor y al siguiente le damos la mayoría a los negacionistas del cambio
climático. Sólo se me ocurre pensar que nos hacía mucha ilusión que nuestra Región
apareciese en el mapa electoral español teñida de verde, y ¡vaya si lo hemos
conseguido! A mí, sin embargo, ese verde me sonroja por lo que representa. En
nuestra tierra, el PSOE “lo ha bordado”; ha pasado de primera fuerza política a
tercera en poco más de seis meses. El “efecto Conesa” empieza a hacer aguas,
aunque no sabemos las consecuencias que tendrá la debacle de Ciudadanos en el
actual Gobierno regional.
En Alhama, igualmente, los
socialistas han pasado a ser de “tercera” respecto a los anteriores comicios
generales con 340 votos menos. Mientras, los populares pierden 88 votos, Unidas
Podemos baja 319, Ciudadanos se deja en el camino 1.217 y la derecha de más a
la derecha sube 759 y se coloca como fuerza más votada. Me preocupa,
especialmente, que sigan avanzando quienes sostienen mensajes
nacional-populistas que atentan contra los derechos más fundamentales de las
personas; también, que los índices de abstención hayan sido en nuestra
localidad superiores a los regionales y nacionales. Los alhameños hemos bajado
en más de 6 puntos nuestra participación respecto a las elecciones de abril
2019.
Las formaciones de izquierda
tendremos que hacer una seria reflexión sobre nuestra incapacidad en llegar a
acuerdos que nos hagan más fuertes, en lugar de empeñarnos en mantener
posiciones egocéntricas que nos dividen y debilitan. Haciéndole el juego a los
poderosos, se provoca el desencanto entre nuestra base social y se propicia el crecimiento
del populismo más inhumano y rancio.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes
No hay comentarios:
Publicar un comentario