viernes, 3 de abril de 2009

EL COLOR DEL MALESTAR


El pasado sábado tuvo lugar la manifestación de trabajadores más multitudinaria que se recuerda en la historia de Alhama. Ninguna otra convocatoria ha movilizado a tantas personas con un objetivo común. Sin duda, tiene mucho mérito que se reúnan más de 2.500 ciudadanos para conseguir mejoras colectivas en una sociedad que cada vez tiende más al individualismo. Ya se encarga el sistema capitalista de que así sea.
Tengo que destacar que durante la concentración en la puerta del Ayuntamiento, y en el recorrido posterior hasta la entrada de la factoría de Elpozo, todo transcurrió de forma pacífica. Se dio un ejemplo de civismo poco habitual en los tiempos que corren.
Los trabajadores de Elpozo Alimentación, protagonistas de la movilización a la que me estoy refiriendo, leyeron en la puerta del Consistorio Municipal un manifiesto en el que expresaron con detalle las causas de su malestar con la dirección de la Empresa, entre ellas se pueden destacar: pérdida de derechos laborales, despidos indiscriminados, ritmos de trabajo abusivos, incertidumbre en las contrataciones, merma del poder adquisitivo, etc. Además, en sus declaraciones a los medios de comunicación, denunciaron la hipocresía de la Empresa al manifestar que los trabajadores son su pilar fundamental. La realidad demuestra lo contrario. La tan traída y llevada crisis está sirviendo de excusa para realizar ajustes que no tienen justificación en una empresa puntera en el sector cárnico, que para nada atraviesa problemas económicos. Es posible que los ingresos del Grupo Fuertes se hayan visto reducidos en alguna de las empresas que lo integran, principalmente en el sector inmobiliario. Pero éste es un problema que no tienen por qué pagar los trabajadores del sector de alimentación.
Nadie niega la importancia que para Alhama y la Región de Murcia tiene el Grupo Fuertes, pero si realmente se pretende ser una empresa modelo, cuyo pilar sean los trabajadores, hay que procurar un alto nivel de entendimiento con los mismos y, por supuesto, respetar todos sus derechos. Hay que conseguir que toda la masa social esté contenta y no sólo el director de recursos humanos, directivos y encargados. No es de recibo que se pretendan recortar los derechos adquiridos por los trabajadores durante muchos años.
En la manifestación pude ver no sólo a empleados de la Empresa, sino a muchas personas ajenas a la misma que, conscientes de la importancia del problema, decidieron apoyar con su presencia las justas reivindicaciones de los trabajadores.
Me parece triste el papel desempeñado por nuestro Ayuntamiento en un asunto tan importante para Alhama. En lugar de apoyar claramente las reivindicaciones de los trabajadores en un Pleno, como éstos solicitaban, se limitó desde el gobierno municipal a “nadar y guardar la ropa”, intentando quedar bien con las partes en conflicto. Nuestros dos Alcaldes demostraron una gran habilidad para “escurrir el bulto”: “lanzando balones fuera” uno, y “haciendo mutis por el foro” el otro. Ya buscarán a los trabajadores cuando tengan que pedirles el voto.
Queda claro que la vida en la fábrica de El Pozo no es tan de color de rosa como afirma la publicidad de una gama de sus productos. El color del malestar es negro, como el que lucían algunos trabajadores en sus camisetas.

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