Durante un mes los pupilos de Del Bosque han sido capaces de hacernos sentir orgullosos de ser españoles, con independencia de la comunidad a la que pertenezcamos. Sin duda, nos han dado un ejemplo de cómo se pueden superar las diferencias cuando existe un objetivo común. Esperamos que los políticos tomen buena nota.
Después de la enorme alegría que nos ha proporcionado el triunfo de la Roja, no queda más remedio que volver a sentar los pies en el suelo y afrontar los problemas que la realidad diaria nos plantea. Mientras que los jugadores de la Selección se daban un baño de multitudes en Madrid, recibiendo el merecidísimo homenaje de la afición, en nuestro pueblo se desarrollaba un pleno extraordinario para subir las tarifas del agua potable y el precio de la cuota que los padres deben satisfacer mensualmente por llevar a sus hijos a la Guardería Municipal, escuela infantil, centro de atención a la infancia, centro de conciliación de la vida familiar y laboral o ¡cómo diablos se le quiera llamar!
La cruda realidad es que el recibo del agua va a subir un 26 % en relación a las actuales tarifas, a lo que hay que añadir un 1% más correspondiente al incremento que ha experimentado el IVA aplicable en este caso, que pasa del 7 al 8 %. Esto traducido a “román paladino” puede suponer, dependiendo del consumo y del tipo de tarifa, un incremento de entre 40 ó 60 € anuales para una familia media alhameña. Según el color del cristal con el que se mire, puede parecer más o menos caro. Estoy convencido de que a un trabajador, al que en el mejor de los casos le mantienen su salario, le resultará una subida escandalosa. Mucho más si está en el paro o ha sufrido un recorte del 5% de su sueldo, como es el caso de los empleados públicos. Tengo la sensación de que la mayoría de los alhameños tenemos el cristal tan ahumado que ya parece negro.
Otra dosis de realismo, puro y duro, supone el aumento de más de un 36 % en la cuota mensual que las familias pagan por llevar a sus hijos a la Escuela Infantil Gloria Fuertes o al nuevo Centro de Atención a la Infancia, aún no inaugurado, situado en las proximidades del antiguo campo de fútbol de la Cruz. Por cierto, tengo que decir que las circunstancias han obligado a nuestro Gobierno Municipal a actuar a prisa y corriendo para poner en servicio un local, cuyas obras finalizaron hace mucho tiempo. Es probable que no estuvieran dispuestos a ponerlo en marcha al no contar con ninguna subvención por parte de la Comunidad Autónoma. Sin embargo, al quedarse más de 40 niños sin plaza en el periodo de inscripción de la Gloria Fuertes, hubiera sido escandaloso mantener cerrada una instalación que tanto dinero ha costado. Lo que no pone la Administración Regional lo tendrán que poner de su bolsillo los usuarios de ambos centros. Traduciendo de nuevo al castellano, esto supondrá elevar la actual cuota mensual de 66 a 90 €. Si el ayuntamiento paga a la empresa concesionaria a razón de unos 156 € mensuales por alumno, la cuota aportada por los padres supone poco más del 57 % del coste, el resto se distribuye entre todos los alhameños, sin olvidar los gastos adicionales de mantenimiento que también corren a cargo de todos.
¡Qué poco nos ha durado el “subidón” de autoestima colectiva que nos ha proporcionado la Roja! Me queda el consuelo de que, al menos con la guardería, estamos invirtiendo en el futuro de unos niños que cuando sean jóvenes nos pueden dar similares alegrías.
La cruda realidad es que el recibo del agua va a subir un 26 % en relación a las actuales tarifas, a lo que hay que añadir un 1% más correspondiente al incremento que ha experimentado el IVA aplicable en este caso, que pasa del 7 al 8 %. Esto traducido a “román paladino” puede suponer, dependiendo del consumo y del tipo de tarifa, un incremento de entre 40 ó 60 € anuales para una familia media alhameña. Según el color del cristal con el que se mire, puede parecer más o menos caro. Estoy convencido de que a un trabajador, al que en el mejor de los casos le mantienen su salario, le resultará una subida escandalosa. Mucho más si está en el paro o ha sufrido un recorte del 5% de su sueldo, como es el caso de los empleados públicos. Tengo la sensación de que la mayoría de los alhameños tenemos el cristal tan ahumado que ya parece negro.
Otra dosis de realismo, puro y duro, supone el aumento de más de un 36 % en la cuota mensual que las familias pagan por llevar a sus hijos a la Escuela Infantil Gloria Fuertes o al nuevo Centro de Atención a la Infancia, aún no inaugurado, situado en las proximidades del antiguo campo de fútbol de la Cruz. Por cierto, tengo que decir que las circunstancias han obligado a nuestro Gobierno Municipal a actuar a prisa y corriendo para poner en servicio un local, cuyas obras finalizaron hace mucho tiempo. Es probable que no estuvieran dispuestos a ponerlo en marcha al no contar con ninguna subvención por parte de la Comunidad Autónoma. Sin embargo, al quedarse más de 40 niños sin plaza en el periodo de inscripción de la Gloria Fuertes, hubiera sido escandaloso mantener cerrada una instalación que tanto dinero ha costado. Lo que no pone la Administración Regional lo tendrán que poner de su bolsillo los usuarios de ambos centros. Traduciendo de nuevo al castellano, esto supondrá elevar la actual cuota mensual de 66 a 90 €. Si el ayuntamiento paga a la empresa concesionaria a razón de unos 156 € mensuales por alumno, la cuota aportada por los padres supone poco más del 57 % del coste, el resto se distribuye entre todos los alhameños, sin olvidar los gastos adicionales de mantenimiento que también corren a cargo de todos.
¡Qué poco nos ha durado el “subidón” de autoestima colectiva que nos ha proporcionado la Roja! Me queda el consuelo de que, al menos con la guardería, estamos invirtiendo en el futuro de unos niños que cuando sean jóvenes nos pueden dar similares alegrías.
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