Me consta que en Alhama hay todavía bastantes ciudadanos que se resisten a hacer un esfuerzo por la reconciliación con nuestro pasado histórico más reciente. A pesar de que han pasado setenta años desde que finalizó la Guerra Civil Española todavía hay quienes se niegan aceptar cualquier reconocimiento a favor de las víctimas del lado de los perdedores. No hay más que ver el acoso y derribo orquestado contra el juez Garzón por atreverse a investigar los crímenes del franquismo, y las trabas que aún persisten para que los familiares de las victimas que aún permanecen en cunetas y fosas comunes puedan recuperar e identificar los restos de sus seres queridos para darles una digna sepultura. Durante demasiado tiempo sólo se ha conocido la historia escrita por los vencedores, mientras que se ha condenado al silencio todo aquello que tuviera que ver con la investigación acerca de las víctimas republicanas.
Creo que en este país ya estamos suficientemente preparados para conocer una verdad objetiva sobre los acontecimientos que acaecieron durante el conflicto, así como en los años de dura represión de la dictadura franquista. No se trata de ver quien cometió más tropelías, sino de poner a cada uno en su sitio y de hacer justicia con todos los que sufrieron las consecuencias de este enfrentamiento fratricida. Para ello resulta imprescindible que se haga una investigación seria sobre esta época y dudar de la verdad oficial que nos han vendido durante tantos años. El franquismo, nada más acabar el conflicto, realizó una investigación profunda para conocer aquellos hechos en los que sus adeptos habían resultado afectados, tanto en lo personal como en lo material, recopilados todos ellos en la denominada Causa General, instruida pueblo a pueblo sin dejar ningún rincón de la geografía española. Por tanto, el Régimen ya se encargó en su día de homenajear a sus “mártires”, mientras los perdedores sufrían el exilio y un terrible proceso de represión que se mantuvo hasta el fallecimiento del Dictador.
No entiendo que nuestra democracia, que ya ha demostrado suficiente madurez a lo largo de sus más de treinta años de existencia, aún no haya sido capaz de abordar sin complejos lo que la dictadura franquista se empeñó en silenciar. Otras democracias latinoamericanas mucho más jóvenes, y que han tomado como ejemplo nuestra Transición, si están siendo capaces de investigar y enjuiciar los crímenes de sus dictadores y de hacer un reconocimiento a sus víctimas. Me estoy refiriendo, obviamente, a Chile y Argentina.
No deja de sorprenderme que, a estas alturas, haya quien se empeñe en mantener que está en posesión de la verdad absoluta, “porque lo digo yo”. Además, no contentos con esto, pretenden hacer responsable de cualquier atrocidad cometida durante la Guerra Civil, de la que todos hemos sido víctimas, a aquellas personas que apuestan por la investigación seria y objetiva de los hechos acaecidos en esta convulsa época de nuestra historia.
Ginés Campos ha recibido un homenaje unánime de todos los partidos políticos que representan la democracia en nuestro pueblo. Ojalá en otras localidades tomasen ejemplo para honrar a las víctimas del fascismo, tal y como lo merecen.
Creo que en este país ya estamos suficientemente preparados para conocer una verdad objetiva sobre los acontecimientos que acaecieron durante el conflicto, así como en los años de dura represión de la dictadura franquista. No se trata de ver quien cometió más tropelías, sino de poner a cada uno en su sitio y de hacer justicia con todos los que sufrieron las consecuencias de este enfrentamiento fratricida. Para ello resulta imprescindible que se haga una investigación seria sobre esta época y dudar de la verdad oficial que nos han vendido durante tantos años. El franquismo, nada más acabar el conflicto, realizó una investigación profunda para conocer aquellos hechos en los que sus adeptos habían resultado afectados, tanto en lo personal como en lo material, recopilados todos ellos en la denominada Causa General, instruida pueblo a pueblo sin dejar ningún rincón de la geografía española. Por tanto, el Régimen ya se encargó en su día de homenajear a sus “mártires”, mientras los perdedores sufrían el exilio y un terrible proceso de represión que se mantuvo hasta el fallecimiento del Dictador.
No entiendo que nuestra democracia, que ya ha demostrado suficiente madurez a lo largo de sus más de treinta años de existencia, aún no haya sido capaz de abordar sin complejos lo que la dictadura franquista se empeñó en silenciar. Otras democracias latinoamericanas mucho más jóvenes, y que han tomado como ejemplo nuestra Transición, si están siendo capaces de investigar y enjuiciar los crímenes de sus dictadores y de hacer un reconocimiento a sus víctimas. Me estoy refiriendo, obviamente, a Chile y Argentina.
No deja de sorprenderme que, a estas alturas, haya quien se empeñe en mantener que está en posesión de la verdad absoluta, “porque lo digo yo”. Además, no contentos con esto, pretenden hacer responsable de cualquier atrocidad cometida durante la Guerra Civil, de la que todos hemos sido víctimas, a aquellas personas que apuestan por la investigación seria y objetiva de los hechos acaecidos en esta convulsa época de nuestra historia.
Ginés Campos ha recibido un homenaje unánime de todos los partidos políticos que representan la democracia en nuestro pueblo. Ojalá en otras localidades tomasen ejemplo para honrar a las víctimas del fascismo, tal y como lo merecen.
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