domingo, 12 de junio de 2011

INDIGNADOS


El pasado 15 de mayo, en plana campaña electoral, se produjeron en un gran número de ciudades de la geografía nacional una serie de manifestaciones reivindicando “democracia real ya”. Se trata de un movimiento ciudadano, completamente nuevo, formado por personas no adscritas a partido político alguno y con ganas de aportar su grano de arena para regenerar nuestro sistema democrático.
La convocatoria se llevó a cabo a través de las redes sociales implantadas en las nuevas tecnologías, que han demostrado un enorme poder para aglutinar a mucha gente en poco tiempo. Estas nuevas formas de comunicación escapan al control de los políticos y de los medios tradicionales de información. Creo que, en este caso, la ciudadanía ha demostrado ir por delante de todos los poderes establecidos, y ha puesto nerviosos a aquellos que pensaban tenerlo todo controlado desde la economía, el gobierno, la “caja tonta” o los púlpitos.
Los que manejan los hilos de lo establecido se equivocaron estrepitosamente al pensar que este movimiento lo representaban “cuatro gatos” anti sistema y que, una vez que hubiesen rabiado y pataleado, volverían tranquilamente a su redil. Tropezaron, sin embargo, con la generación de jóvenes más preparada de la historia de España, que están hartos de que no se cuente con ellos y de que se les condene a la marginación: sin trabajo, sin acceso a la vivienda, sin posibilidad de emanciparse… En definitiva, sin participación real en la sociedad de su tiempo. A estos jóvenes se les han unido sus padres, hartos de que no puedan “volar del nido” después del enorme esfuerzo que han hecho para proporcionarles una formación adecuada. Todos estos “indignados” decidieron democráticamente acampar en las plazas más emblemáticas de las principales ciudades de nuestro país y, desde allí, difundir sus reivindicaciones, que han calado incluso a nivel internacional.
Sus principales demandas, entre otras, son: reforma de la Ley Electoral para que los votos de los ciudadanos valgan lo mismo, implantación de mecanismos que permitan la participación real en la vida pública, arbitrar sistemas que eviten la corrupción y favorezcan la transparencia en la gestión política, separación efectiva de los poderes públicos y control de la banca.
Me alegro mucho de que los ciudadanos hayan salido a reclamar buena parte de las cuestiones que la izquierda real de este país viene reivindicando desde el inició la democracia, ya que son derechos irrenunciables contemplados en nuestra Constitución. Todos estos asuntos los vengo peleando desde que tengo uso de razón, debe ser que llevo toda mi vida “indignado” sin saberlo.
El movimiento 15-M nos invita a todos a la reflexión y a despertar nuestra conciencia crítica. A los que votan a su partido ciegamente sin cuestionar su gestión, sus corruptelas o su democracia interna, les dice que nadie está cautivo y que se puede elegir otra alternativa. A los dirigentes que piensan en sus votantes como clientes fijos, les enseña que éstos pueden apartarse de la doctrina y escapárseles de las manos. A los poderes establecidos, que no todo está bajo control. A los ciudadanos, en general, nos demuestra que es posible cambiar la sociedad desde los movimientos sociales, sólo es cuestión de pensar y organizarse.
Espero que los políticos de Alhama entiendan que los votantes no les han dado un cheque en blanco y que no pueden interpretar los resultados electorales a su acomodo personal, “poniendo la vela donde sople el aire”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Habéis probado el melón?. ¿Está algo amargo, verdad? Ahora si que estais "indignados"

Juan Romero García dijo...

Sr. anonimo el melón lo vamos aprobar todos. Y el tiempo dirá si es o no amargo, o si sólo lo es para algunos. Me temo que, salga como salga, a usted ya le sabe amargo por su forma de expresarse.En cuanto a IU ahora contamos con un concejal más en la corporación para intentar que cada vez sean menos los indignos y los indignados.