Articulo de Damián Rubio para Línea Local
El pasado jueves, día 28 de julio, se celebró el pleno ordinario correspondiente al citado mes. En el mismo, se desarrollaron hasta un total de 14 puntos para los que fue necesario emplear casi cinco horas. El que más expectativas levantó fue el penúltimo de ellos, en el que se debatía, para su aprobación, una moción presentada por IU-Verdes relacionada con la participación ciudadana en los plenos. Esta iniciativa venía siendo demandada por el movimiento 15-M en su Asamblea de Alhama.
Lo que se solicitaba era que los ciudadanos de Alhama que asistiesen a la sesión plenaria pudiesen formular ruegos o preguntas a cualquiera de los integrantes de la corporación, dentro del apartado que en todos los plenos ordinarios se reserva para este menester. Se trata de ampliar este derecho más allá de los integrantes de la Oposición, de manera que cualquier ciudadano tenga la posibilidad de intervenir sin necesidad de intermediarios.
Acabamos de finalizar una campaña electoral en la que a todos los partidos políticos “se les llenó la boca” de participación ciudadana. Todos ofrecieron en sus programas abrir las puertas y los despachos del ayuntamiento a los alhameños pero, una vez elegidos, nos recuerdan que sus propuestas tenían un apartado en “letra pequeña” y matizan este derecho.
Tenemos que recordar que los ciudadanos están reclamando ejercer un derecho que les pertenece y que está contemplado en nuestra Carta Magna, en la Ley de Bases y en el propio Reglamento Orgánico de nuestro Ayuntamiento. Corresponde al Alcalde la potestad de facilitar el ejercicio de este derecho democrático. Hasta ahora, la escasa asistencia de público a los plenos ha propiciado que el uso del mismo haya sido prácticamente anecdótico. Que yo recuerde, son muy pocas las ocasiones en las que han intervenido los ciudadanos de forma individual o asociada. Afortunadamente, como consecuencia de la toma de conciencia impulsada por el movimiento 15-M, estoy observando un creciente interés de los alhameños por participar en la vida pública. Esto se traduce en un notable incremento de la asistencia a los plenos.
En el desarrollo del pleno, anteriormente referido, ya se empezó a vislumbrar la poca “mano izquierda” que nuestro primer edil atesora. Podría haber aprovechado la ocasión para hacer realidad sus promesas relacionadas con la participación ciudadana, y haber hecho gala de su condición democrática dando la palabra a los ciudadanos asistentes al pleno. Por el contrario, no sólo rechazó la moción de IU-Verdes, sino que no permitió a los allí presentes participar en el apartado de ruegos y preguntas, a pesar de que algunos de ellos lo estuvieron solicitando durante las cinco horas que duró el Pleno. Creo que el Sr. Alcalde puso más empeño en demostrar que es él quien tiene la vara de mando que en ejercer de representante de todos los alhameños.
Tengo la sensación de que nuestro Alcalde tuvo “miedo escénico”. Se dio cuenta de que no es lo mismo tener el salón de plenos lleno de “palmeros” que de ciudadanos críticos que le pueden hacer preguntas comprometidas. Con ello, demuestra tener muy poca seguridad y confianza en sus posibilidades para responder a cualquier demanda ciudadana. En términos futbolísticos diríamos que sólo sabe jugar en casa y con el colegiado a favor. Esto demuestra por qué era imprescindible para él disponer de mayoría absoluta.
Salí del pleno preguntándome a qué teme realmente nuestro Alcalde. ¿Qué preguntas no quiere escuchar? ¿Serán las mismas que se hacen los alhameños en la calle?
Lo que se solicitaba era que los ciudadanos de Alhama que asistiesen a la sesión plenaria pudiesen formular ruegos o preguntas a cualquiera de los integrantes de la corporación, dentro del apartado que en todos los plenos ordinarios se reserva para este menester. Se trata de ampliar este derecho más allá de los integrantes de la Oposición, de manera que cualquier ciudadano tenga la posibilidad de intervenir sin necesidad de intermediarios.
Acabamos de finalizar una campaña electoral en la que a todos los partidos políticos “se les llenó la boca” de participación ciudadana. Todos ofrecieron en sus programas abrir las puertas y los despachos del ayuntamiento a los alhameños pero, una vez elegidos, nos recuerdan que sus propuestas tenían un apartado en “letra pequeña” y matizan este derecho.
Tenemos que recordar que los ciudadanos están reclamando ejercer un derecho que les pertenece y que está contemplado en nuestra Carta Magna, en la Ley de Bases y en el propio Reglamento Orgánico de nuestro Ayuntamiento. Corresponde al Alcalde la potestad de facilitar el ejercicio de este derecho democrático. Hasta ahora, la escasa asistencia de público a los plenos ha propiciado que el uso del mismo haya sido prácticamente anecdótico. Que yo recuerde, son muy pocas las ocasiones en las que han intervenido los ciudadanos de forma individual o asociada. Afortunadamente, como consecuencia de la toma de conciencia impulsada por el movimiento 15-M, estoy observando un creciente interés de los alhameños por participar en la vida pública. Esto se traduce en un notable incremento de la asistencia a los plenos.
En el desarrollo del pleno, anteriormente referido, ya se empezó a vislumbrar la poca “mano izquierda” que nuestro primer edil atesora. Podría haber aprovechado la ocasión para hacer realidad sus promesas relacionadas con la participación ciudadana, y haber hecho gala de su condición democrática dando la palabra a los ciudadanos asistentes al pleno. Por el contrario, no sólo rechazó la moción de IU-Verdes, sino que no permitió a los allí presentes participar en el apartado de ruegos y preguntas, a pesar de que algunos de ellos lo estuvieron solicitando durante las cinco horas que duró el Pleno. Creo que el Sr. Alcalde puso más empeño en demostrar que es él quien tiene la vara de mando que en ejercer de representante de todos los alhameños.
Tengo la sensación de que nuestro Alcalde tuvo “miedo escénico”. Se dio cuenta de que no es lo mismo tener el salón de plenos lleno de “palmeros” que de ciudadanos críticos que le pueden hacer preguntas comprometidas. Con ello, demuestra tener muy poca seguridad y confianza en sus posibilidades para responder a cualquier demanda ciudadana. En términos futbolísticos diríamos que sólo sabe jugar en casa y con el colegiado a favor. Esto demuestra por qué era imprescindible para él disponer de mayoría absoluta.
Salí del pleno preguntándome a qué teme realmente nuestro Alcalde. ¿Qué preguntas no quiere escuchar? ¿Serán las mismas que se hacen los alhameños en la calle?
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