Todos los años cuando llega el día 8 de marzo se conmemora el Día internacional de la Mujer. Esta conmemoración nos hace reflexionar sobre la situación en la que viven las mujeres dentro de la sociedad de nuestro tiempo, tanto en el aspecto laboral como social y cultural.
La fecha del 8 de marzo siempre ha tenido un carácter reivindicativo. Desde su origen (finales del siglo XIX) este día ha estado vinculado a la lucha de la mujer por conseguir mejores condiciones laborales, y las mismas oportunidades que el hombre a la hora de acceder al mundo del trabajo. A lo largo de la historia reciente se han ido incorporando otras reivindicaciones, tales como: liberación de la sociedad patriarcal, derecho al voto y a ser elegidas para ocupar cargos públicos, acceso a cargos directivos, protección de la maternidad, derecho al aborto, respeto a su integridad personal, etc.
Un siglo después de la instauración del Día Internacional de la Mujer, sigue habiendo mucho que reivindicar y poco que celebrar. A pesar de que algunos políticos quieran convertir este día en un acontecimiento lúdico-festivo, rayando lo folklórico –vaya por delante mi máximo respeto a todo lo que tiene que ver con el folklore tradicional-.
Las mujeres siguen teniendo mayores dificultades a la hora de acceder y mantenerse en el mercado laboral. Sigue existiendo la brecha salarial entre hombres y mujeres, aunque desempeñen el mismo puesto de trabajo. Las mujeres siguen ocupando mayoritariamente los trabajos a tiempo parcial, lo que se traduce en menores prestaciones por desempleo y menores posibilidades de conseguir una jubilación digna.
Otra gran dificultad que tienen las mujeres para conseguir mantener un empleo sigue siendo su posible maternidad. Aunque parezca mentira, todavía hay empresarios que prefieren contratar un hombre para evitarse permisos, horas de lactancia, conciliación de vida laboral y familiar, etc. La mujer sigue ejerciendo como cuidadora de sus familiares enfermos o mayores, sin recibir ninguna prestación a cambio, y esto le resta posibilidades para conseguir un empleo estable.
Por si fuera poco, la actual situación de crisis propicia los recortes en políticas sociales, programas de igualdad y de atención a personas dependientes. De hecho, han desaparecido a el Ministerio de Igualdad, a nivel nacional, y el Instituto de la Mujer en nuestra Región; en Alhama ya se suprimió el año pasado la agente de igualdad, cuya labor se centraba en la lucha contra la discriminación por razones de sexo.
El Grupo Municipal de IU, sensibilizado con estos problemas, presentó en el último pleno una moción en la que solicitaba, entre otras cosas, el cese de las políticas restrictivas hacia el colectivo de mujeres, la puesta en marcha del I Plan de Igualdad de Oportunidades de Alhama de Murcia, y el aumento del presupuesto en políticas de igualdad de género para alcanzar, al menos, el 5% en los próximos 4 años, tal y como se acordó por el pleno en el año 2010. Esta iniciativa fue rechazada con los votos del Partido Popular y CCD, que componen el Gobierno Municipal. Sin embargo, dieron su respaldo a la propuesta elaborada por la Concejalía de la Mujer que no contiene ni una sola reivindicación concreta.
Yo invito a la mujeres alhameñas a que el día 8 de marzo reflexionen sobre su situación en la sociedad actual, y que no sólo lo vivan como un evento festivo carente de contenido.
La fecha del 8 de marzo siempre ha tenido un carácter reivindicativo. Desde su origen (finales del siglo XIX) este día ha estado vinculado a la lucha de la mujer por conseguir mejores condiciones laborales, y las mismas oportunidades que el hombre a la hora de acceder al mundo del trabajo. A lo largo de la historia reciente se han ido incorporando otras reivindicaciones, tales como: liberación de la sociedad patriarcal, derecho al voto y a ser elegidas para ocupar cargos públicos, acceso a cargos directivos, protección de la maternidad, derecho al aborto, respeto a su integridad personal, etc.
Un siglo después de la instauración del Día Internacional de la Mujer, sigue habiendo mucho que reivindicar y poco que celebrar. A pesar de que algunos políticos quieran convertir este día en un acontecimiento lúdico-festivo, rayando lo folklórico –vaya por delante mi máximo respeto a todo lo que tiene que ver con el folklore tradicional-.
Las mujeres siguen teniendo mayores dificultades a la hora de acceder y mantenerse en el mercado laboral. Sigue existiendo la brecha salarial entre hombres y mujeres, aunque desempeñen el mismo puesto de trabajo. Las mujeres siguen ocupando mayoritariamente los trabajos a tiempo parcial, lo que se traduce en menores prestaciones por desempleo y menores posibilidades de conseguir una jubilación digna.
Otra gran dificultad que tienen las mujeres para conseguir mantener un empleo sigue siendo su posible maternidad. Aunque parezca mentira, todavía hay empresarios que prefieren contratar un hombre para evitarse permisos, horas de lactancia, conciliación de vida laboral y familiar, etc. La mujer sigue ejerciendo como cuidadora de sus familiares enfermos o mayores, sin recibir ninguna prestación a cambio, y esto le resta posibilidades para conseguir un empleo estable.
Por si fuera poco, la actual situación de crisis propicia los recortes en políticas sociales, programas de igualdad y de atención a personas dependientes. De hecho, han desaparecido a el Ministerio de Igualdad, a nivel nacional, y el Instituto de la Mujer en nuestra Región; en Alhama ya se suprimió el año pasado la agente de igualdad, cuya labor se centraba en la lucha contra la discriminación por razones de sexo.
El Grupo Municipal de IU, sensibilizado con estos problemas, presentó en el último pleno una moción en la que solicitaba, entre otras cosas, el cese de las políticas restrictivas hacia el colectivo de mujeres, la puesta en marcha del I Plan de Igualdad de Oportunidades de Alhama de Murcia, y el aumento del presupuesto en políticas de igualdad de género para alcanzar, al menos, el 5% en los próximos 4 años, tal y como se acordó por el pleno en el año 2010. Esta iniciativa fue rechazada con los votos del Partido Popular y CCD, que componen el Gobierno Municipal. Sin embargo, dieron su respaldo a la propuesta elaborada por la Concejalía de la Mujer que no contiene ni una sola reivindicación concreta.
Yo invito a la mujeres alhameñas a que el día 8 de marzo reflexionen sobre su situación en la sociedad actual, y que no sólo lo vivan como un evento festivo carente de contenido.
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