domingo, 17 de marzo de 2013

SEGREGACIÓN CON DINERO PÚBLICO

Recientemente, en el salón de plenos del Ayuntamiento, se presentó el proyecto de construcción de un centro privado-concertado en Alhama. La mesa presidencial estuvo compuesta por nuestro Alcalde, la concejala de Educación, el presidente de UCOMUR (Unión de Cooperativas Murcianas), el presidente de la cooperativa que propone la construcción del citado un centro y  los técnicos que lo han diseñado.
Durante el desarrollo de la presentación, el Sr. Alcalde, como si de un principal interesado se tratase, expuso las bonanzas del nuevo centro y de la enseñanza concertada, haciendo hincapié en la gratuidad  y en que su construcción solucionará los problemas educativos de Alhama.
La historia viene de lejos. A lo largo de los años han sido varias las intentonas de construir un colegio privado en nuestra localidad, aprovechando siempre la necesidad de nuevas instalaciones educativas. Si hasta ahora no se había conseguido, era porque no existía “mercado” suficiente que hiciese viable un proyecto de este tipo, ya que nuestras necesidades educativas estaban medianamente cubiertas por la enseñanza pública.
Esta situación no es flor de un día, ya que la Administración regional viene deteriorando de forma sistemática la enseñanza pública desde hace mucho tiempo: retrasando el máximo posible la construcción de infraestructuras educativas, recortando los presupuestos en recursos materiales y humanos, aumentando el número de alumnos por aula, etc. Este continuo ataque a la escuela pública nos ha llevado a tener  aulas desdobladas en todos los centros, a la masificación   y a la supresión de espacios para habilitarlos como aulas. Todo esto se ha traducido en una gran dificultad de los padres para elegir el centro más cercano, la dispersión de alumnos de una misma familia y el aumento de la picaresca para “colocar” a los hijos en el centro deseado.
Los mismos que nos han creado el problema por su mala administración, tanto en el gobierno local como en el regional, ahora vienen a salvarnos cogidos de la mano de una empresa privada. Además, sin rubor de ningún tipo, nos                 quieren “vender la moto” como si de un logro se tratase, cuando en realidad es una prueba de su fracaso como gestores de lo público.
A mí hay cosas que no me “cuadran”. Si una empresa privada invierte su dinero en comprar unos terrenos y construir un centro educativo, es para obtener beneficios, por mucho que nos quieran vender la gratuidad. Necesito que alguien me explique por qué la Administración, que cuenta con la ventaja de la gratuidad del terreno y tiene menos gastos en tasas y permisos, no construye directamente el centro, si al final, a través del concierto  y con el dinero de todos, terminaremos pagando las infraestructuras, el sueldo de los profesores y los beneficios que obtendrá la empresa.
Que no nos engañen, lo que en definitiva se pretende con la puesta en marcha de un centro privado-concertado en Alhama es la segregación del alumnado. Una vez que los padres tengan que pagar comedor, uniforme, actividades extraescolares, etc., se pensarán mucho si optan, o no, por llevar a sus hijos al citado centro. Si además no se contrata a profesores para cubrir las necesidades educativas especiales, la selección es perfecta. Lo más triste del caso es que esta discriminación la sustentaremos con dinero público.

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