sábado, 2 de marzo de 2013

SÍ SE PUEDE


Los datos  sobre desahucios son escalofriantes. Entre los años 2007 y 2012 se han producido más de 400.000 ejecuciones hipotecarias en España, afectando la mayoría de ellas a personas que han perdido su puesto de trabajo, así como a pequeños empresarios y autónomos que se han visto obligados a cerrar sus negocios por los impagos de sus clientes.
Hemos visto en los medios de comunicación como familias enteras han sido despojadas de todos sus bienes, puestas de “patitas en la calle” y con una deuda de por vida con la entidad bancaria que “generosamente”, no hace mucho, les ofreció todo tipo de facilidades para la adquisición de una casa. En no pocas ocasiones el banco no sólo se lleva “pa lante” al propietario de la vivienda, sino también a familiares y amigos que actuaron como avalistas. 
Todas las informaciones apuntan a que el año pasado se produjeron en España más de 100 suicidios relacionados directamente con los desahucios. Y en el poco más de un mes que llevamos de 2013, ya se han producido 4 suicidios por el mismo motivo. Estamos, por tanto, ante un nuevo tipo de violencia que se podría denominar “acoso bancario”, que está produciendo más víctimas que otros con mayor eco en los medios de comunicación. No es extraño que la portavoz de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas-Stop Desahucios, Ada Colau, en su comparecencia en el la Comisión de Economía del Congreso, llamara criminal al secretario general de la Asociación Española de Banca.
La dramática situación provocada por los desahucios se agudiza cada vez más y sigue sin resolverse por parte de quienes tienen la posibilidad de hacerlo: gobernantes y banqueros. Los ciudadanos de a pie estamos participando en todo tipo de iniciativas: manifestaciones, marchas, recogida de firmas para la presentación de iniciativas legislativas populares, apoyo a las victimas, paralización de desahucios, etc.
El Gobierno se ha movilizado mucho más para rescatar bancos que para  garantizar el derecho constitucional a la vivienda de los ciudadanos. Resulta vergonzoso que los gestores de bancos, que han provocado el hundimiento de sus propias entidades, se vayan con indemnizaciones millonarias o se recoloquen en grandes empresas, mientras que los usuarios de los bancos han sido estafados, desahuciados y privados de trabajo.
Recientemente, se ha tramitado una Iniciativa Legislativa Popular promovida por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y otras organizaciones sociales, que contaba con el apoyo de  casi millón y medio de firmas. En la misma, se promueve que con la entrega de la vivienda  habitual quede saldada la hipoteca, cuando el propietario no pueda pagar por motivos ajenos a su voluntad. Además, se exige la paralización de los desahucios forzosos y que las personas afectadas, pagando un alquiler en función de sus ingresos, puedan seguir  viviendo en su casa al menos durante  cinco años. También se solicita el efecto retroactivo de la dación en pago para las personas que ya han sido desahuciadas.
Todos los partidos políticos del arco parlamentario apoyaron la admisión a trámite de la citada iniciativa legislativa popular, incluido el PP que, aunque hasta el último momento había mantenido que votaría en contra, se vio forzado a cambiar de posición por la enorme presión social.
Espero que, definitivamente, la ILP llegue a buen puerto y se dé la razón a las miles de personas que gritaban en la calle: "sí se puede" y "la lucha es el camino".

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