Artículo de Damián Rubio publicado en Línea Local
Según los sondeos sobre intención
de voto aparecidos en la prensa nacional en las últimas semanas, el PP empieza
a remontar el vuelo, a pesar de su nefasta política económica y social, después
de mantener una caída continuada que se inició al día siguiente de haber ganado
las elecciones.
Con la que nos está cayendo a los
españoles, en relación a recortes en servicios públicos, precariedad laboral,
aumento del paro, incremento constante de la emigración, ataque a los
pensionistas, escandalosos desahucios, estafas bancarias, corrupción galopante
(especialmente de miembros del PP), machaque constante a los trabajadores
públicos, infraestructuras faraónicas e inservibles, ... no entiendo cómo las
encuestas ofrecen esos resultados favorables a los principales causantes de
este desaguisado.
Esta claro que el PP ha utilizado
distintas estrategias para ir “capeando el temporal” y mantener su barco a
flote, sin que los daños les hagan ir a pique. La argucia empleada durante los
primeros meses de Gobierno Popular fue culpar a ZP de todos los males habidos y
por haber en nuestro país, repitiendo hasta la saciedad aquello de la “herencia
recibida”. Este discurso tenía un recorrido muy limitado, así que hubo que
inventarse otro que les fuese útil una nueva temporada.
Las mentes pensantes del PP
decidieron convencernos de que ellos eran los únicos que podían sacar a España
de la crisis, porque –aunque los números no les cuadraban- otros lo harían
mucho peor. Además, nos culparon de haber vivido por encima de nuestras
posibilidades y, debido a ello, no había más remedio que meter la tijera en
todo lo que tuviese que ver con el gasto
público. Por otra parte, era preciso salvar con el dinero de todos a los
“pobres bancos”, que “habían roto el saco” con su avaricia inmobiliaria.
Cuando a principio de año estalló
el caso “Bárcenas”, que amenazaba con salpicar a toda la cúpula del PP, y
después de que resultasen infructuosos todos los desmentidos de los principales
voceros del Partido, no tuvieron más remedio que elevar a su máxima expresión
la estrategia del “y tú más”, contrarrestando cualquier información que
aparecía en los medios sobre la trama de financiación ilegal del PP con otra
sobre los ERE´s fraudulentos en Andalucía.
Cuando este verano el ex-tesorero
del PP, por “prescripción judicial”, ingresó en el Centro Penitenciario de Soto
del Real, y las noticias sobre este asunto colapsaban los medios informativos, tuvieron
que recurrir a la vieja técnica de
vender humo. En esta ocasión, la humareda se inició en Gibraltar, se extendió
con la consulta soberanista de Artur Mas en Cataluña y la mantuvo de forma
involuntaria la operación de cadera del
Rey.
Todo esto que he venido
exponiendo no sería posible sin un considerable control de los medios de
comunicación públicos, que se inició con la purga de notables profesionales en Radiotelevisión Española. Además, el servilismo
de los canales autonómicos y medios privados afines, contribuye, con una
pléyade de fieles tertulianos, a difundir las consignas que les llegan desde
arriba.
Con todo esto, no es fácil tener
una visión objetiva de la realidad que se vive en nuestro país. Si, además, no
cesan de golpearnos con recortes a nuestros derechos, es fácil que suframos la
amnesia del boxeador y que al final acabemos levantando la mano del que nos ha
noqueado.
Damián Rubio es Coordinador de IU-Verdes Alhama
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