Artículo de Damián Rubio publicado en Línea Local
Al inicio de la semana, los
medios de comunicación nos sorprendieron con la noticia de que la banca
española había superado los “test de estrés” realizados por el Banco Central
Europeo. Esto quiere decir que han demostrado solvencia suficiente para
afrontar las dificultades que se les pudieran presentar de aquí en adelante. En el apartado
de cifras, se afirma que los 15 grupos bancarios sometidos a las citadas
pruebas disponen de un superávit de más de 55.000 millones de euros.
Me pregunto si todo este
superávit se traducirá en beneficio real para la sociedad, teniendo en cuenta
que fuimos los ciudadanos quienes rescatamos a los bancos con nuestro dinero.
Lo justo sería que el Estado recibiese algún tipo de compensación -y no me
refiero a tarjetas opacas para el dispendio de unos pocos golfos-.
No sabemos qué hay de cierto en
esto. Tendremos que ponerlo en cuarentena, si tenemos en cuenta que Bankia
superó este mismo examen en 2011 y , acto seguido, hubo que inyectarle un “porrón”
de miles de millones de euros del erario público (léase de nuestros bolsillos)
para rescatarla. Por otra parte, sabemos que “tropecientos millones” en activos
tóxicos se han desviado al “banco malo” y desvirtúan la situación real.
Rajoy, que casualmente por estas
fechas estaba en nuestra Región en un acto sectorial del PP, se mostraba
exultante ante los medios de comunicación, intentando vendernos la idea de que
éste es el principio del fin de la crisis y la constatación de que su política
económica ha sido la más acertada. Lo que no tiene en cuenta es que, gran parte
de los ciudadanos españoles, estamos tan
hartos de su gestión que ya no nos creemos nada.
Esto de la macroeconomía “me
supera”. No sé si, a partir de mañana, cuando me acerque a mi banco, todo serán
facilidades -me darán créditos a bajo interés y sin “ponerme pegas”, dejarán de
cobrarme comisiones “hasta por respirar” y me ofrecerán mayor interés por el
dinero que tengo ahorrado- o seguirán estrujándome, como vienen haciendo en los
últimos tiempos con la excusa de la crisis.
Seguramente, con esta situación
de bonanza de las entidades bancarias, las pymes y autónomos empezarán a
disponer de créditos suficientes para sus proyectos, sin ningún tipo de
cortapisas y con intereses razonables. De está manera, el tejido productivo se
reactivará y con ello se crearán puestos de trabajo y se animará el consumo.
Puestos a soñar, los estafados
por las participaciones preferentes recuperarán su dinero, con el interés de
demora correspondiente por tenerlo secuestrado; los acuciados por las deudas
hipotecarias podrán solventar sus compromisos; y los desahuciados podrán hacer
frente a un alquiler social que les permita tener una vivienda digna.
Supongo que cuando Rajoy mostraba
en Murcia su entusiasmo por la recuperación bancaria, estaba pensando en los
beneficios para los ciudadanos que acabo de mencionar. No creo que tuviese en
mente salvar el trasero a sus amigos Rato, Aceves, Blesa y compañía. Por
supuesto, con el entusiasmo, se olvidó por completo del agua para todos.
Damián Rubio es Coordinador de IU-Verdes Alhama
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