Artículo de Damián Rubio publicado en Infolínea
Desde principios de este mes de
febrero la policía municipal viene efectuando controles de velocidad en el
casco urbano de Alhama. De este asunto se informó en una rueda de prensa
realizada el 31 de enero por parte del Concejal de Seguridad Ciudadana,
acompañado por el jefe de la Policía Local, en la que explicaron el objetivo de
la aplicación de estos controles y que
durante el primer mes no serían sancionados los infractores por exceso
de velocidad, sino informados de la falta cometida.
Lo cierto es que nada más ponerse
en marcha el radar adquirido por nuestro Ayuntamiento, han saltado todas las
alarmas habidas y por haber, especialmente entre los conductores que han
recibido una sanción informativa y desconocían la existencia de un periodo de
“adaptación”, durante el cual no tienen
que abonar el importe de la misma.
Si el objetivo era dar a conocer
que la Policía dispone ya de un radar móvil, con el revuelo que se ha formado
con las “no sanciones económicas”, la difusión ha sido un éxito, aunque haya
sido a costa del “cabreo” de algunos conductores. Las redes sociales “han
echado chispas” durante estos días, en los que la adquisición del citado
aparato ha sido el tema recurrente en la calle y en internet.
Considero que a nadie nos gusta pagar
una sanción, pero no es menos cierto que si razonamos un poco veremos que el
que más y el que menos, en más de una ocasión, nos hemos quejado de los excesos
de velocidad en las calles de nuestro pueblo. Las consecuencias de no
respetar los límites señalados pueden
ser muy graves, especialmente para peatones y ciclistas, que las sufren más allá de “chapa y pintura”.
Insistiendo en lo expresado
anteriormente, creo que a poco que hagamos memoria todos tenemos algún familiar
o conocido que ha sufrido las consecuencias del exceso de velocidad de los
vehículos en el entorno urbano. Está bien que nos concienciemos, aunque para
ello nos toquen el bolsillo, de que es imprescindible respetar las normas de
tráfico en beneficio de todos.
Desde mi punto de vista, la
aplicación del radar viene a resolver un problema, pero con ello no se
solucionan todos los que el exceso de tráfico rodado provoca en nuestro pueblo.
Resulta penoso que un pueblo tan pequeño soporte un tráfico tan intenso a
diario, con los problemas de contaminación acústica y atmosférica que ello
conlleva. Andar o circular en bicicleta por nuestra localidad se ha convertido
en una temeridad, además de un riesgo para la salud, puesto que los atrevidos
ciudadanos que lo realizan a diario se arriesgan a ser atropellados, además de
respirar un aire cada vez más contaminado.
Se hace necesario que nuestros
gobernantes municipales tomen cartas en el asunto y, de una vez por todas,
promuevan una campaña, continuada e insistente, de concienciación ciudadana, en
todos los ámbitos de la sociedad local, para que se utilice menos el automóvil
o la motocicleta en trayectos cortos y nos decidamos, por el bien de todos, a
desplazarnos a pie o en bicicleta todas aquellas personas que no tengamos
problemas de movilidad. Nuestra salud y el medio ambiente lo agradecerán.
Damián Rubio es Coordinador Local de I U-Verdes Alhama
No hay comentarios:
Publicar un comentario