Artículo de Damián Rubio publicado en Infolínea
A finales de la semana pasada
apareció en los medios de comunicación la noticia de un ciberataque a nivel
mundial, que afectó a diversos países como Estados Unidos, Canadá, Rusia China,
Italia, Reino Unido y también España.
En nuestro país, concretamente,
fue hackeada la red interna de Telefónica y algunas de las empresas más
importantes de las que cotizan en bolsa, en lo que se denomina Ibex 35 (BBVA,
Vodafone, Iberdrola, Gas Natural, etc.). En el Reino Unido ha sido atacado el
Sistema Nacional de Salud.
Para los que no somos muy
expertos en las nuevas tecnologías de la información, habría que explicar que
un hacker es un individuo, con grandes conocimientos informáticos, que es capaz
de desmontar los sistemas de seguridad de los ordenadores para introducirse en
ellos y manipular la información que los mismos contienen. Los motivos que
mueven a estos “virtuosos del los teclados” son de diversa índole: económicos,
políticos, militares, e incluso la búsqueda de grandes retos y notoriedad.
Hasta el más modesto de los
usuarios ya sabe que lo primero que tiene que instalar en su equipo informático
es un antivirus para protegerse de este tipo de ataques. A nivel doméstico,
esto está a la orden del día, al igual que tener copias de seguridad en distintos
soportes. Los ataques recibidos por los ciudadanos no suelen trascender, sin
embargo cuando afecta a estados o grandes corporaciones la “notoriedad” está
garantizada.
Los usuarios de la informática
tenemos una fantástica herramienta de trabajo e información que nos conecta con
el resto del mundo, pero que se puede volver en nuestra contra en cualquier
momento, incluso adoptando razonables medidas de seguridad. Los expertos nos
advierten de que “la seguridad total no existe” y que cada vez los ataques serán
más sofisticados, afectando incluso a los smartphones (teléfonos inteligentes).
El binomio seguridad-privacidad
ha saltado por los aires. El que más y el que menos, no sólo tiene su ordenador
conectado a Internet, sino que participa de una red social en la que comparte
opiniones, fotos, videos, amistades,… que pueden ser visionados por cualquiera
y corren el riesgo de ser manipulados por hackerts malintencionados.
Se dice que estamos en “la era de
la información”, sin embargo cada vez estamos más desinformados. La información
que nos llega está sesgada y manipulada por los grandes grupos de poder, que
únicamente nos dejan conocer lo que a ellos les interesa. Creo que Internet es
una pequeña rendija por la que se cuela información “fuera de control”. Esto
supone que haya un evidente interés por “sujetar” todo lo que se mueve en la
red.
Creo que el reto que tenemos los
ciudadanos es el de adquirir la habilidad de separar el grano de la paja,
asunto nada fácil; además de acceder a diversas fuentes de información con
criterio suficiente para no dejarnos manipular.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
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