domingo, 14 de mayo de 2017

PRIMERO DE MAYO


Artículo de Damián Rubio publicado en Infolínea
El pasado lunes, como todos los años, se conmemoró el 1º de mayo, Fiesta Internacional del Trabajo. La misma sigue manteniendo su carácter reivindicativo de la clase trabajadora, que cada vez tiene más motivos para echarse a la calle y luchar por sus derechos.

Su origen data de 1886, cuando un grupo de sindicalistas estadounidenses convocó una huelga para reclamar la jornada laboral de 8 horas. Este hecho histórico trajo consigo miles de trabajadores heridos, detenidos o despedidos. De los sindicalistas organizadores, 5 de ellos fueron conducidos a la horca y 3 encarcelados.

Este año el lema de las manifestaciones ha sido: No hay excusas. “Empleo Estable, Salarios Justos, Pensiones Dignas y Más Protección Social”, que resume los principales argumentos por los cuales se han movilizado los trabadores en las calles de las ciudades españolas.

Se da la paradoja de que en España han aumentado simultáneamente, con la crisis, la riqueza y la pobreza, hasta alcanzar ambas cifras de record. Como bien dice un columnista de un diario nacional al que suelo leer: “España es cada vez más rica y los españoles cada vez más pobres”. Con esta afirmación, bajo mi punto de vista, define muy gráficamente la situación actual de nuestro país.

“El milagro Rajoy” –o de Fátima… Báñez, a la sazón Ministra de Trabajo- ha hecho que se incremente el Producto Interior Bruto, al mismo tiempo que empeoran las condiciones laborales, salariales y sociales de los trabajadores. Todo ello, auspiciado por su famosa Reforma Laboral del año 2012, que tenía como principales objetivos facilitar la contratación de jóvenes y parados, favorecer el empleo fijo y endurecer las condiciones para el despido.

Cinco años después de estos “buenos propósitos” -en los que todos teníamos claro que había “gato encerrao”- las condiciones laborales de la clase trabajadora española son más precarias que nunca. Se han cargado de facto la negociación colectiva; reducido drásticamente los salarios; incrementado los contratos temporales y a tiempo parcial, en detrimento del empleo estable (9 de cada 10 contratos firmados son temporales); disparado el desempleo de los jóvenes y la emigración de los mismos; facilitado el despido y aumentado el número de parados de larga duración, principalmente entre los mayores de 55 años.

 Todo esto se resume en que cada vez son más las familias que no consiguen llegar a fin de mes porque sus ingresos no dan para ello, hasta el punto de que las políticas del PP han creado una nueva clase social: “el trabajador pobre”. Los datos nos dicen que el 18 % de los trabajadores están en riesgo de pobreza o exclusión social, y que el 61 % de los desempleados corren la misma suerte. En contraposición, los ricos tienen cada vez más dinero.

Las víctimas de la “reforma Rajoy” son principalmente mujeres, jóvenes y mayores de 55 años, que han aumentado exponencialmente sus dificultades para encontrar trabajo. Sólo un dato, el desempleo entre los jóvenes ha pasado del 46 al 50,8 %, entre 2012 y 2017, sin contar con la gran cantidad de ellos que han hecho las maletas para buscar trabajo fuera de nuestras fronteras.

Creo que siguen sobrándonos los motivos para reivindicar nuestros derechos en la calle y en los centros de trabajo durante todo el año.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama

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