Artículo de Damián Rubio publicado en InfoLínea el 25 de mayo de 2018
El pasado fin de semana se
hicieron efectivos los acuerdos adoptados por el Pleno en la moción conjunta de reconocimiento a los alhameños
presos y asesinados en los campos de concentración nazis, suscrita por los
cuatro grupos con representación municipal. Me refiero al homenaje
institucional a las víctimas y la inauguración de un monumento de recuerdo a
las mismas en el Jardín de los Mártires.
La respuesta de los alhameños ha
sido bastante notable, tanto en la conferencia y exposición fotográfica del
sábado en la Casa de la Cultura como en el descubrimiento del monolito, que
rinde memoria a los cinco alhameños que sufrieron el horror de los campos de
concentración nazis. Este último, está formado por un conjunto escultórico,
compuesto por un columna central en la que se hace referencia a la lucha de
estas personas por la libertad, y otros cinco pilares coronados por una llama
de bronce que simbolizan nuestro reconocimiento y memoria hacia cada uno de
ellos.
De este modo, el Jardín de los
Mártires se convierte en un lugar plural, en el que se recuerda a las víctimas de
la guerra con independencia del bando en el que lucharon. En las guerras todos
perdemos y es un acto de justicia recordar las penurias que los contendientes sufrieron,
arrastrados por el momento histórico que les toco vivir. Después de 73 años, me
parece muy importante que los alhameños conozcamos esta parte olvidada de
nuestra historia.
Creo que todo esto no habría sido
posible sin el trabajo de investigación realizado por historiadores como Benito
Bermejo, Fuensanta Escudero y Víctor Peñalver, que ofrecieron una interesante
conferencia sobre los españoles deportados en los campos nazis, a la que me he
referido anteriormente. Estos trabajos son los que han permitido que salgan a
la luz documentos que testifican la presencia de los cinco alhameños
prisioneros en Mauthausen y Ravensbrück.
A nivel local, ha sido encomiable
la colaboración de historiadores alhameños como Alfonso Cerón o José Baños para
localizar a familiares de las víctimas homenajeadas, y cuyos nombres son: Antonio
Martínez Baños, Braulia Cánovas Mulero, Francisco Aledo Martínez, José María
Martínez Costa y José Cerón García. De ellos, sólo dos consiguieron salir con
vida de estos campos de la muerte, una vez liberados en 1945 por las tropas
aliadas.
A pesar de mis dificultades de
movilidad, estuve presente en los dos actos referidos. Los paneles de la
exposición fotográfica de la Casa de la Cultura, que permanecerá hasta el 3 de
junio, me parecieron muy ilustrativos y didácticos reflejando la realidad
vivida por los prisioneros del III Reich. Los conferenciantes estuvieron
acompañados por un gran número de
asistentes que prácticamente llenaban el salón de actos, y siguieron con
interés la información expuesta. Por último, asistí el domingo al emotivo acto
que se realizó en el Jardín de los Mártires en el que participaron algunos de
los familiares de los alhameños homenajeados.
Me parece simbólico, a la vez que
acertado, que el principal componente del monumento inaugurado sea el granito,
ya que los trabajos forzados a los que eran sometidos los presos de Mauthausen
consistían en extraer este material de las canteras del citado campo.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
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