viernes, 8 de junio de 2018

PRÁCTICAS MAFIOSAS


Artículo de Damián Rubio publicado en InfoLínea el 1 de junio de 2018

Recientemente ha aparecido en los medios de comunicación la sentencia del Caso Gürtell, trama de corrupción política en la que están implicados numerosos cargos del Partido Popular. Esta sentencia prácticamente coincide en el tiempo con los casos de Cifuentes y Zaplana. Desde que se inició el proceso de la Gürtel, en febrero de 2009, han pasado 9 años para que tengamos una primera sentencia.

Fundamentalmente, la trama delictiva se centraba en la adjudicación de contratos públicos  de instituciones en las que gobernaba el PP a empresas relacionadas con Francisco Correa. Los  precios de los contratos se inflaban para repartir “dividendos” entre cargos del Partido Popular y la caja “B” del mismo, que administraba su tesorero Luis Bárcenas.

Los delitos por los que han sido condenados conforman un rosario extensísimo de prácticas mafiosas, como: asociación ilícita, fraude a la administración pública, cohecho, falsedad documental, malversación de caudales públicos, prevaricación, blanqueo de capitales, delitos contra la hacienda pública, tráfico de influencias, apropiación indebida, etc. Todo un ejemplo de transparencia y exquisita gestión pública, que viene a demostrar “el buen hacer” y el “patriotismo” del partido de Rajoy.

El caso Gürtel es un escaparate nacional del modo de proceder del Partido Popular, que se repite a todos los niveles en asuntos como: Púnica, Palma Arena, Auditorio, Lezo, Bankia…, y así hasta casi 400 “casos aislados”, cuyo denominador común es la corrupción política de miembros del PP con dinero público de por medio.

Rajoy -sus portavoces y “voceros”- ha desplegado a largo de estos años todo tipo de inverosímiles excusas, que ya no convencen ni a sus adeptos. El argumentario incluye expresiones que se repiten hasta la saciedad, tales como: “los implicados ya no son miembros del Partido”; “esto pertenece a épocas pasadas”; “somos el partido que más ha luchado contra la corrupción”; “se trata de una campaña contra nosotros”; “lo desconocía, no me consta”; “se trata de casos aislados”; “quieren dividir a España”; “nos han traicionado personas en las que habíamos depositado nuestra confianza”; y el famoso … “¡y tú más!”, que han patentado los contertulios que simpatizan con el PP.

Una de las consecuencias inmediatas de esta sentencia de la Época I del Caso Gürtell (desde 1999 a 2005) se refleja en la moción de censura presentada por el PSOE contra Rajoy, cuyo éxito y consecuencias, al escribir estas líneas, desconozco. Creo que, como ha señalado Alberto Garzón, Coordinador General de Izquierda Unida, por “higiene democrática” no había más remedio que presentar la Moción, ante una sentencia que señala como hecho probado que el Partido Popular ha sido beneficiario de esta trama de corrupción, “operando como una mafia” para enriquecerse aprovechándose de su presencia en las instituciones.

Al PP, después de esta devastadora sentencia, aún le quedan unos cuantos casos judiciales pendientes: la Época II de la Gürtell, “los papeles de Bárcenas”, la financiación irregular del PP en la Comunidad Valenciana, y multitud de “casos menores” en todo el territorio nacional.

Espero y deseo que la factura electoral que pueda pagar el Partido Popular no sirva, simplemente, para cambiar el azul por el naranja y que sigan gobernando los mismos.
 Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama

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