Artículo de Damián Rubio publicado en Infolinea del 6 de diciembre
La campaña de la derecha a favor
de la enseñanza privada-concertada ha llegado a nuestro Ayuntamiento en forma
de moción, que se habrá debatido en el Pleno del pasado martes. La moción se
está presentado en los consistorios de toda España a raíz de las declaraciones
de la Ministra Celaá en el congreso de Escuelas Católicas celebrado el pasado
mes de noviembre, en el que afirmó que “de ninguna manera puede decirse que el
derecho de los padres y madres a escoger una enseñanza religiosa o a elegir
centro educativo podría ser parte de la libertad de enseñanza”.
El PP ha montado esta moción
interpretando de una manera sesgada el artículo 27 de la Constitución, que se
refiere a los derechos fundamentales y las libertades públicas, entre ellos el
derecho a la educación y la libertad de enseñanza, para concluir que los padres
son los primeros responsables de la educación de sus hijos y deben tener
garantizado el tipo de educación y el centro educativo donde escolarizarlos,
que hay que defender la red de los centros concertados y garantizar que sus
hijos reciban la formación religiosa y moral de acuerdo con sus convicciones.
Esta moción se puede desmontar
fácilmente leyendo en su totalidad el mencionado artículo 27 de nuestra Carta
Magna, ya que en el mismo no se recoge nada que tenga que ver con el derecho de
los padres a elegir el tipo de educación o en centro educativo que ellos
prefieran. Sí se reconoce el derecho de todos a la educación y que los poderes
públicos deben garantizar que el mismo se haga efectivo, también a crear
centros docentes dentro del respeto a los principios constitucionales y que
éstos puedan percibir ayudas si reúnen los requisitos legales.
Sin embargo, al PP y a la derecha
el general, no les parece suficiente. Creen que con el dinero público hay que
favorecer el negocio de la enseñanza privada. No creo que la Administración tenga
que subvencionar a todos los colegios privados, ni crear centros concertados “a
la carta” según las preferencias de los padres. Los poderes públicos deben garantizar
que existan plazas públicas suficientes y gratuitas para todos los niños durante
el periodo de enseñanza obligatoria, que actualmente llega hasta 16 años. Además,
me parece lamentable que se escatimen recursos para la enseñanza pública,
provocando su deterioro y generando conciertos privados.
En nuestro pueblo tenemos un
claro ejemplo. En su día se suspendió la segunda línea del CEIP Ntra. Sra. Del
Rosario y desde hace más de una década se viene demorando la construcción de un
nuevo IES Valle de Leiva. Mientras tanto, se han dado todas las facilidades
para construir un centro privado-concertado, que ya ofrece plazas desde
Infantil hasta Bachillerato, en un lugar sin urbanizar. Yo estoy de acuerdo en
que los padres tengan libertad para elegir el centro que quieren para sus
hijos, pero me parece escandaloso que desde las instituciones se restrinjan las
inversiones en los centros públicos, mientras se propicia la construcción y
consolidación de un centro privado.
Tengo muy claro que los recursos
públicos no deben de ir donde vayan las preferencias individuales, y que la
igualdad real se garantiza con una educación pública de calidad que posibilite
la gratuidad educativa para todos. Es indignante que en 2019 los Presupuestos
Regionales hayan destinado 247,5 millones de euros a la enseñanza concertada,
que en los últimos 15 años se ha visto incrementada presupuestariamente en un
133 %.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes
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