GINÉS CAMPOS. EL ALCALDE OLVIDADO

1ª Parte

Pensando en el contenido de este primer Boletín Electrónico de I.U. de Alhama de Murcia, todos coincidimos en que debíamos recuperar la memoria de un hombre bueno, que murió asesinado de una manera injusta.
Culpable, ¿de qué? De haber sido elegido democráticamente Alcalde de nuestro pueblo.
La vida de Ginés Campos bien merece ser conocida por todos como ejemplo de persona honrada y solidaria, así como un político justo e integro hasta sus últimas consecuencias.
Su familia lleva años haciendo una buena labor de investigación, como así lo merece, y nos han prestado toda su ayuda para confeccionar esta biografía. Todos los datos aquí relatados, están demostrados por actas y documentos reales. Estamos abiertos a recibir cualquier información que nos podáis aportar sobre la vida y los hechos de Ginés Campos Gómez, para corroborar su inocencia y no consentir que su memoria siga manchada por las mentiras del bando que lo asesinó. Hasta donde llegamos en su árbol genealógico, su familia es de Alhama de Murcia al menos desde 1.576. Sus padres se casan en 1.899. Un año más tarde tienen su primer hijo, que murió al poco de nacer.Ginés nace el 18 de marzo de 1.902 en la calle Palmera, actualmente calle Fulgencio Cerón. Cuatro años más tarde nace su hermana Juana. Debido a la profesión de su padre, celador de telégrafos –hoy sería encargado de mantenimiento- , su infancia está llena de cambios de residencia. En Bullas vivieron once años, donde nacen sus hermanos Carmen, José, y Mª Josefa, que falleció a los tres años.

Su padre, hombre de gran cultura, da clases en su casa, por las noches, a todo el que quiere aprender a leer, a escribir, y a “hacer cuentas”. Tanto Ginés como sus hermanos y hermanas fueron a la escuela, algo no muy frecuente en esta época, y menos para las niñas, lo cual demuestra la importancia que le daban sus padres a la cultura.

Después de Bullas pasan un año en Totana, y en 1.919 vuelven a Alhama para tres años. Viven en el “Rasico” de la calle de las Moreras, en la casa de María “la de la tienda”. Tras un nuevo traslado a Archena, vuelven definitivamente a Alhama. Primero viven en la calle Sánchez Vivancos, más tarde en la calle Angosta, y después en la calle Gil.Ginés tiene 22 años, trabaja en la fábrica de Lorenzo Rubio, en La Cubana; y en su casa, donde como la mayoría de alhameños, se dedica a la alpargatería.

Los días que no hay trabajo, va a Cartagena a la casa de unos amigos de su familia, donde aprende el oficio de sastre. Cuando está preparado, monta una sastrería en su casa en la calle Gil. Por las noches toma el relevo a su padre en lo de las clases. Los alumnos pagaban dos Reales por semana, que muchos no podían pagar por ser demasiado pobres. Ginés les decía “que era igual; que él, lo que quería era que aprendieran a leer y a escribir, y a hacer alguna cuenta, para que no les engañaran y pudieran defenderse en la vida”.

Conviene recordar el momento histórico en el que nos encontramos. España, desde hace siglos vive en la pobreza y la incultura mientras que la nobleza (reyes, condes, duques, etc.) y el clero, son dueños de todo y son los únicos que viven muy bien, a costa del pueblo que trabaja sus campos a cambio de un mísero salario, comparado con las ganancias y privilegios de estos señoritos”

Alhama pertenece al Marquesado de los Vélez desde hace muchos años y son ellos los que dictan las normas que aquí se imponen, aparte de recaudar los impuestos que ellos deciden. Algunos de estos marqueses ni siquiera tuvieron la deferencia de venir nunca a nuestro pueblo. El pueblo español quiere acabar con tantos siglos de miseria, vasallaje y explotación y ponerse al nivel de modernidad y libertad de los países que nos rodean.
No fue fácil, pero el 14 de abril de 1931, los españoles decidimos mayoritariamente que queríamos una República para España. La II República.

Se creó una nueva Constitución que introdujo cambios muy importantes; la Reforma Agraria hizo que los campesinos pudieran ser los propietarios de las tierras que cultivaban. Todas las personas podían votar, no como hasta entonces, que se tenían en cuenta las rentas o propiedades. Por primera vez, pueden votar las mujeres, pueden elegir y ser elegidas, algo muy importante.

El Estado era laico, permitiendo las religiones, pero sin costearlas. Se reconoció el matrimonio civil y el divorcio; algo impensable años atrás. Una de las Reformas más importantes fue la Educativa. Se crearon miles de escuelas en todo el país, incluso en los lugares más pequeños y alejados. Se mejoró la formación del profesorado y se potenció al máximo el dar educación y cultura a la población en general.

La II República fue una de las épocas más reformistas e innovadoras de nuestra Historia, además, por primera vez era lo que la mayoría del pueblo quería.
Volviendo a Ginés Campos, durante la República fue Secretario de la Casa del Pueblo. Su preocupación porque estos cambios también se reflejaran en Alhama, le llevó a ser elegido Presidente del Partido Socialista de nuestro pueblo; a pesar de su juventud, ya que tenía poco más de treinta años. En las Elecciones Municipales del 16 de febrero de 1936 es elegido Concejal y 4º Teniente de Alcalde. Más tarde, el trece de julio del 36, es nombrado por unanimidad Alcalde de Alhama de Murcia por la totalidad de los miembros del Frente Popular. El 18 de julio, el día que comienza la Guerra Civil, Ginés Campos preside su primer Pleno como Alcalde en nuestro Ayuntamiento. Quién le iba a decir que ese día, el proyecto esperanzador de Progreso, Justicia y Libertad de la II República estaba siendo abortado por militares sublevados, eclesiásticos, terratenientes, banqueros y caciques. La legalidad estaba de parte de los Republicanos, que defendían el Gobierno decidido democráticamente por la inmensa mayoría de los españoles, pero los sublevados fascistas contaban con una buena parte de los militares, que tras jurar lealtad y obediencia a la República, faltaron a su juramento, y capitaneados por Franco, se sublevaron para imponer a la fuerza un sistema de gobierno que no era el que quería el Pueblo.

A pesar del terrible desenlace que tuvo la II República, hay que recordarla como la primera experiencia democrática vivida por los españoles a lo largo de la Historia, así como la constitución de los pilares básicos para el avance en la igualdad.