CAMBIO DE VARA

Tal y como está previsto en el pacto PP-PSOE a nivel local, en los próximos días del recién estrenado mes de enero tendrá lugar el traspaso de la vara de mando de nuestro Ayuntamiento entre el Sr. Romero y el Sr. Espadas. Conforme nos hemos ido acercando a estas fechas, la rumorología popular alhameña ha venido haciendo cábalas sobre las circunstancias que rodean a esta alternancia en la Alcaldía. Entre otras cuestiones, se comenta que ciertos sectores del Partido Popular no están de acuerdo en que sus concejales voten al candidato del PSOE como alcalde. Esto no es nada nuevo, sino que viene a confirmar las discrepancias existentes en el seno de ambos partidos desde el inicio del pacto. No hay que olvidar que el Sr. Espadas necesita, además del apoyo de los concejales de su partido, cuatro votos más para alcanzar la mayoría necesaria. Supuestamente, éstos tendrán que provenir de sus socios de gobierno.

Creo que este relevo en la Alcaldía, a nivel local, no va a suponer un cambio en la línea de gobierno, de hecho así lo ha manifestado el futuro alcalde en una reciente entrevista en la televisión local. Me parece que, evidentemente, esto será así porque que el PSOE representa la parte minoritaria del pacto, lo que le coloca en una posición de subordinación con respecto a sus socios del PP. Tampoco hay que olvidar que buena parte de la política local está supeditada a las directrices que provienen de la Asamblea Regional y del Gobierno Valcárcel, regentados por el Partido Popular. Por otra parte, en poco más de un año no se pueden esperar grandes cambios, exceptuando aquellos que son potestad directa del Alcalde: nombramiento de pedáneos y renovación de cargos de confianza (secretaría personal y gabinete de prensa y protocolo).

Según la prensa regional, el pacto inicial entre populares y socialistas, que únicamente se sustentaba en el reparto de concejalías y sueldos, experimentará un cambio significativo. El Sr. Romero, que en principio aceptó asumir únicamente la Concejalía de Urbanismo al producirse el relevo, ha cambiado repentinamente de opinión y quiere adjudicarse, además, la de Cultura y Patrimonio. Seguramente, ha pensado que después de la “caída del ladrillo” el urbanismo le restaría popularidad y protagonismo. Al hacerse cargo de la última concejalía referida se garantiza ambas cosas. Seguirá apareciendo en más fotos que nadie para promocionar su candidatura a la Alcaldía en las próximas elecciones, y de paso le pone la zancadilla al Sr. Basauri, un posible rival dentro de su propio partido, que ya manifestó su intención de presentarse como candidato a la presidencia local del PP de Alhama. Estas luchas internas dentro del PP pueden reavivar los rumores de los alhameños acerca de posibles sorpresas en el cambio de alcalde. Lo que parecía que iba a transcurrir de una forma tranquila, como se había pactado, se puede convertir en un nuevo espectáculo mediático promovido por el insaciable afán de protagonismo del Sr. Romero, dispuesto a ceder la Alcaldía pero no la vara de mando. El eco de estas “pequeñas trifulcas” entre los concejales del PP puede provocar un verdadero shunami en las aspiraciones del PSOE para hacerse con la Alcaldía.