Dada la espectacularidad del suceso y la proximidad de la factoría al casco urbano, fueron numerosas las personas que se acercaron para contemplar “in situ” las labores de extinción. Los comentarios entre los allí presentes, sorprendidos por el acontecimiento, hacían referencia a numerosas cuestiones que parecían no haberse afrontado de forma adecuada. En primer lugar, sorprendía que en una empresa de esta importancia se produjera un incendio de tal magnitud sin que se las medidas preventivas o de primera intervención lo hubiesen evitado. Por otra parte, se hacía referencia a la falta de medios para atajar con eficacia el imparable avance del fuego, a la tardanza en cortar el tráfico rodado en la Avenida, al retraso en ordenar el desalojo de los trabajadores de la factoría o al hecho de permitir la incorporación de un nuevo turno de trabajo cuando ya estaba declarado el incendio.
En los días siguientes al suceso, los medios de comunicación se han centrado en la valoración de las posibles pérdidas para la empresa, en que al tratarse de un edificio en construcción no afectará a la producción actual y, cómo no, en resaltar el hecho de que no haya habido que lamentar, afortunadamente, ninguna víctima. Sin embargo, estoy seguro de que pasado el impacto inicial se buscarán las posibles responsabilidades, tanto en el origen del siniestro como en los posibles errores cometidos en las labores de extinción.
No voy a entrar a valorar los medios propios que contra estas emergencias pueda disponer la empresa, ya que los desconozco. Pero a mí, personalmente, me asaltan una serie de dudas sobre los recursos de los que dispone nuestro municipio y la propia Región para solventar un siniestro de este tipo. Creo que habría que empezar a cuestionarse si nuestro parque de bomberos es suficiente para cubrir las necesidades de los municipios para los cuales está destinado, teniendo en cuenta que tiene que atender los términos municipales de Totana y Alhama con sus respectivos cascos urbanos, urbanizaciones, su entorno natural, los polígonos industriales e importantes empresas que están fuera de los mismos. Me parece que es evidente que la cercanía de los medios de extinción es fundamental para evitar que un incendio adquiera grandes proporciones, pero en este caso se ha demostrado que son insuficientes, a pesar de su proximidad. De igual manera quedó patente esta insuficiencia hace pocos años, cuando las instalaciones de una empresa de nuestro polígono industrial resultaron completamente calcinadas sin que los equipos de extinción pudieran evitarlo.
Espero que todos los políticos locales y regionales que se personaron en la factoría de Elpozo tomasen buena nota para mejorar y ampliar los medios de extinción de incendios locales y regionales.
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