LA ESTRELLA DE POLARIS

El pasado 28 de diciembre, el Grupo Empresarial Polaris World presentó en el Juzgado nº 2 de lo Mercantil de Murcia un auto reconociendo la insolvencia de 15 de las sociedades del Grupo. Lo que parecía inicialmente una inocentada se confirmó en todos los medios de comunicación de tirada regional y nacional. Con esta maniobra, la empresa se acogía a los beneficios de la Ley Concursal, que le permite disponer de tres meses para negociar la refinanciación de su deuda y evitar el concurso de acreedores (suspensión de pagos). El proceso de deterioro de la mercantil no es nuevo; es algo que viene arrastrando durante los últimos tres años, como consecuencia del parón inmobiliario, que ha impedido la venta de las viviendas construidas y la continuidad en la ejecución de sus macro-proyectos. Hasta la fecha, sorprendentemente, la crisis del imperio Polaris había tenido escasa repercusión en los medios. Seguramente, ha influido, en este silencio, el hecho de que los principales grupos políticos y entidades financieras de nuestra Región avalen el modelo de desarrollo económico que representa la citada mercantil.

Polaris inicia su actividad empresarial en el año 2001 y desembarca en nuestro municipio en 2003 comprando terrenos rústicos en Las Cañadas y solicitando, posteriormente, la recalificación de los mismos para la futura construcción del Condado de Alhama. El Gobierno Local del PP se convirtió desde el primer momento en el principal defensor de las supuestas bondades de este proyecto empresarial, hasta el punto de que, pese a estar elaborándose un nuevo Plan General de Urbanismo, se le dio prioridad mediante la rectificación del Plan existente en ese momento. La recalificación de los citados terrenos llevaba aparejado un convenio por el cual el Ayuntamiento vendía a la promotora los aprovechamientos urbanísticos que le correspondían, antes de que tuviese lugar la reparcelación. Esto, en cristiano, quiere decir que nuestros gobernantes vendieron los solares que nos pertenecían en la futura urbanización sin saber aún cuáles eran.

El asunto Polaris generó en nuestro pueblo una gran polémica entre los que defendían a ultranza los beneficios económicos y de empleo que reportaría la construcción del Condado de Alhama, y los que, teniendo una visión a más largo plazo, consideraban el impacto negativo que tendría levantar una urbe en un espacio de 5 millones de m2, con 2 campos de golf, lagos artificiales, centros comerciales y más de 15.000 viviendas, que podrían albergar a unos 45.000 habitantes. Todo ello en un lugar apartado del casco urbano, sin infraestructuras ni recursos hídricos. Ante esta situación la mercantil, con el apoyo del PP gobernante, desplegó en Alhama una gran campaña de marketing: organizando su “feria”, invitándonos a una gran parrillada, subvencionando libros de texto, patrocinando a nuestros deportistas, colaborando en la pavimentación del cementerio, etc.

Cuando todo parecía “ir sobre ruedas”, al PP local se le complicó la situación por sus divisiones internas, que pusieron en grave peligro la continuidad del macro-proyecto en los últimos compases de la anterior legislatura del Sr. Romero. Las elecciones municipales de 2007, que desembocaron en el matrimonio PPSOE, parecían mantener a salvo el proyecto de Polaris en Alhama. Incluso, con este enlace político, se ampliaron en 6 millones de m2 los terrenos urbanizables mediante la aprobación del nuevo Plan Parcial Condado II, en julio del año pasado, con el beneplácito del Sr. Espadas y “su” PSOE.

Supongo que nuestros dos alcaldes le habrán pedido a los Reyes Magos que la estrella de Polaris siga brillando para que su idilio no pierda el norte.