Ginés Campos fue durante la II República secretario de la Casa del Pueblo y presidente del Partido Socialista de Alhama. Además, fue elegido democráticamente alcalde de nuestro pueblo el 13 de julio de 1936. Cuando acabó la guerra, el franquismo consideró que el hecho de ocupar los cargos anteriormente referidos era motivo suficiente para encarcelarlo, someterlo a un juicio sumarísimo, condenarlo a la pena máxima y ejecutarlo el día 3 de abril de 1940. Sus restos yacen, junto a otras víctimas de la represión del régimen del dictador Franco, en una fosa común habilitada para los caídos por la libertad en el cementerio de Espinardo. Después de grandes esfuerzos de investigación realizados por sus familiares, en abril del año 2007 se colocó una placa con su nombre en el panteón erigido en homenaje a los republicanos que allí descansan.
En marzo de 2007, a propuesta de Izquierda Unida, nuestro Ayuntamiento aprobó por unanimidad la colocación de una estatua de D. Ginés Campos en la avenida que lleva su nombre, además de una placa con una semblanza de este alcalde alhameño. Me consta que, aunque muy lentamente, ya se han movido algunos pasos para dar cumplimiento al acuerdo plenario. Espero que cuando este proyecto sea una realidad, se entienda como un homenaje a un servidor público de nuestro pueblo que pagó con su vida por mantener la lealtad al gobierno legalmente establecido, y no como un acto que pretenda reavivar viejas heridas.
En los últimos tiempos, venimos asistiendo a una campaña de acoso y derribo de todas aquellas personas que se atreven a dignificar la memoria de los represaliados por el franquismo. Todavía hay quienes se empeñan en seguir al pie de la letra los dictámenes de quienes se consideran salvaguardas de los que ganaron la contienda civil, y escribieron “su historia”. Es increíble que algunos “eruditos” aún pretendan convencernos de que quienes defendieron al gobierno legalmente constituido eran “rebeldes”, y que los golpistas, apoyados por Hitler y Mussolini, salvaron nuestra patria. Éstos son los mismos que quieren apartar de la carrera judicial al juez Garzón por tener la osadía de investigar los crímenes franquistas.
Me parece que ya ha transcurrido tiempo suficiente, y que nuestra democracia tiene la madurez necesaria, para que seamos capaces de honrar a las víctimas de la Guerra Civil que hasta ahora no habían tenido ningún reconocimiento, sin que ello suponga un agravio con respecto a las que hasta ahora habían recibido todos los honores como mártires. Creo que tenemos el derecho y el deber de seguir investigando para conocer nuestra historia sin ocultamientos ni censuras.
En marzo de 2007, a propuesta de Izquierda Unida, nuestro Ayuntamiento aprobó por unanimidad la colocación de una estatua de D. Ginés Campos en la avenida que lleva su nombre, además de una placa con una semblanza de este alcalde alhameño. Me consta que, aunque muy lentamente, ya se han movido algunos pasos para dar cumplimiento al acuerdo plenario. Espero que cuando este proyecto sea una realidad, se entienda como un homenaje a un servidor público de nuestro pueblo que pagó con su vida por mantener la lealtad al gobierno legalmente establecido, y no como un acto que pretenda reavivar viejas heridas.
En los últimos tiempos, venimos asistiendo a una campaña de acoso y derribo de todas aquellas personas que se atreven a dignificar la memoria de los represaliados por el franquismo. Todavía hay quienes se empeñan en seguir al pie de la letra los dictámenes de quienes se consideran salvaguardas de los que ganaron la contienda civil, y escribieron “su historia”. Es increíble que algunos “eruditos” aún pretendan convencernos de que quienes defendieron al gobierno legalmente constituido eran “rebeldes”, y que los golpistas, apoyados por Hitler y Mussolini, salvaron nuestra patria. Éstos son los mismos que quieren apartar de la carrera judicial al juez Garzón por tener la osadía de investigar los crímenes franquistas.
Me parece que ya ha transcurrido tiempo suficiente, y que nuestra democracia tiene la madurez necesaria, para que seamos capaces de honrar a las víctimas de la Guerra Civil que hasta ahora no habían tenido ningún reconocimiento, sin que ello suponga un agravio con respecto a las que hasta ahora habían recibido todos los honores como mártires. Creo que tenemos el derecho y el deber de seguir investigando para conocer nuestra historia sin ocultamientos ni censuras.
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